Las expectativas de la economía regional para 2018 están supeditadas a la evolución del conflicto catalán, después de cuatro años de crecimiento, según recoge el Boletín de coyuntura de la CROEM correspondiente al cuarto trimestre de 2017. La patronal destaca que «la recuperación ya iniciada en 2014 no consolidada totalmente debido a la incertidumbre» y propone alcanzar un consenso similar al que hace 40 años hizo posible los Pactos de la Moncloa para recuperar unas condiciones como las que, «gracias a la unidad y al consenso, permitieron a España y a la Región vivir -con algunos altibajos- uno de los periodos económicamente más florecientes del último siglo».

El precedente de los Pactos de la Moncloa firmados por Adolfo Suárez con los partidos de la oposición, la patronal y los sindicatos en 1977 es, a juicio de la CROEM, «un buen ejemplo de cómo el diálogo, la convivencia y la unidad pueden impulsar la prosperidad de un territorio. Precisamente por ello, sería deseable que se encuentre rápida y satisfactoria solución a la convulsa situación política que se está viviendo en Cataluña, por la importante deriva social y económica que podría llegar a tener sobre todo el territorio nacional».

El informe de la patronal destaca que la Región ha conseguido «un inusitado e inesperado repunte en el último trimestre», que le ha permitido cerrar el año con un crecimiento superior al 3%. Sin embargó, «las perspectivas para 2018 aparecen condicionadas por el aumento de la incertidumbre asociada a la crisis política en Cataluña y la progresiva materialización de las negociaciones del Brexit que, unidas a la escasez de recursos hídricos y el menor dinamismo del consumo, deberían ejercer una presión a la baja sobre el crecimiento del PIB, que -con información todavía muy parcial- se moderaría hasta situarse en un rango de entre el 2% y el 2,8%, algo por debajo del nacional».

En 2017 la industria ha tenido especial protagonismo, al alcanzar el crecimiento más alto de todas las comunidades, mientas que la construcción ha iniciado una recuperación «con algunos signos de reactivación, tanto en el sector residencial como en la obra pública», y el turismo ha alcanzado un récord de visitantes. La agricultura sale peor parada por la falta de agua. La Región terminó 2017 con 34 empresas más y 2.641 nuevas sociedades.

La patronal plantea igualmente la necesidad de abordar «otras cuestiones que generan inquietud, en especial en nuestra región, sin duda una de las grandes perjudicadas por el modelo territorial actual, y que se debe de corregir de una forma inmediata y definitiva para que exista la igualdad de todos los territorios». Reclama un modelo de financiación autonómica y unas inversiones del Estado más equitativas para corregir los desequilibrios que soporta la Región, así como «mecanismos flexibles de devolución de la deuda generada para garantizar la sostenibilidad de las cuentas públicas regionales. De otro modo será difícil que los murcianos dejen de soportar una de las cargas fiscales más elevadas en el IRPF y que se pongan en marcha medidas económicas que apuntalen la recuperación, al tiempo que permiten dar por superada la crisis, lo que exigiría que la tasa de paro volviese a los niveles de mediados de la década pasada, en torno al 8% o el 9%», que ahora está en el 17,2%.