José Luis Aguayo Albasini es profesor titular de universidad y jefe del Servicio de Cirugía General del Hospital Universitario Morales Meseguer de la ciudad de Murcia, además de investigador y director del Departamento Universitario de Cirugía, Pediatría, Obstetricia y Ginecología. Su amplia experiencia actuará como hilo conductor de la charla que mañana, jueves 1 de marzo (19.30 horas), ofrecerá en el colegio infantil Paseo Rosales de Molina de Segura bajo el título La Cirugía: cambios que ha traido el siglo XXI, que se enmarca en las Conferencias de Divulgación Científica organizadas por la Fundación de Estudios Médicos (FEM) del mencionado municipio.

La población de pacientes está sometida a cambios constantes. ¿En qué medida afecta a la cirugía?

Bastante. La creciente edad de los pacientes quirúrgicos, el fenómeno inmigratorio, los cambios en el estilo de vida (sedentarismo, obesidad y dietas inadecuadas), y las expectativas no realistas de algunos enfermos y de sus familiares repercute indudablemente en la cirugía. Pero los cirujanos tenemos la capacidad de adaptación a los cambios socio-demográficos.

Los cirujanos también tienen que estar muy preparados para las variaciones epidemiológicas que llegarán en el futuro. ¿Cómo afrontan esos nuevos retos?

Estamos preparados. En esa capacidad de adaptación que he mencionado participa, en primer lugar, el sistema de aprendizaje del cirujano, que se prepara para el desarrollo continuo a lo largo de toda la vida. Es algo personal, que se complementa con colaboraciones con colegas, estancias en otros centros, congresos de sociedades científicas y aprendizaje on-line. La cirugía será diferente dentro de 30 años, pero siempre existirá la relación entre un paciente y el cirujano que debe realizar una intervención quirúrgica.

¿Cuál es el papel que desempeñan las nuevas tecnologías en una profesión en permanente evolución?

Fundamental. Imposible sin su contribución. Pero es necesario no dejarse embrujar por la fascinación tecnológica; hay que dominar a la máquina y no a la inversa. Tenemos que huir de la ‘tecnolatría’, es decir, hemos de utilizar la tecnología como un medio facilitador, no un fin en si mismo, y teniendo siempre presente la autonomía bien informada y el bienestar del paciente.

Hay opiniones que llegan a poner en riesgo el futuro de la cirugía. ¿Qué opinión tiene usted al respecto?

Equivocadas por completo. Existe un carácter cambiante en el contenido de las enfermedades susceptibles de cirugía, pero en tanto una indicaciones desparecen, surgen otras nuevas. Hay cirujano general para rato.