La diferencia salarial no es la única brecha a la que se enfrentan las mujeres. El mercado laboral esconde otros muchos vericuetos, empezando por las diferencias en las condiciones laborales que soportan la asalariadas, como demuestra el hecho de que siete de cada diez fijos discontinuos de la Región sean mujeres. La ocupación femenina se concentra además en los sectores con mayor temporalidad y precariedad: la agricultura, la hostelería y el comercio. Estas son algunas de las situaciones discriminatorias que ayer pusieron de manifiesto los sindicatos UGT y CC OO, antes de presentar en la Delegación del Gobierno la notificación oficial de la convocatoria de la huelga general del 8 de marzo.

El objetivo de esta protesta es llamar la atención de las empresas, del Gobierno y de toda la sociedad ante las diferencias en el trato que recibe la mujer, según indicaron los secretarios generales de ambos sindicatos en la Región, Antonio Jiménez y Santiago Navarro, respectivamente, junto a las responsables del área de la Mujer, Eugenia Pérez (UGT) y Ana Mellado (CC OO). La movilización pretende ser además un aldabonazo contra la violencia de género, que lleva por lema 'Vivas, libres y unidas por la igualdad'.

Entre las reivindicaciones de la protesta figura «el cumplimiento de los compromisos económicos para hacer efectivas las medidas adoptados en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género», además del «incremento de las plantillas de la Inspección de trabajo y la mejora de los criterios de vigilancia para hacer efectiva la igualdad entre hombres y mujeres».

Entre los objetivos de la huelga figura también la aprobación de la quinta semana de permiso por paternidad y conseguir la retribución de las excedencias por cuidado familiar, así como la consolidación de un modelo de «enseñanza laica, feminista e igualitaria que combata los estereotipos sexistas» y la aprobación de «una ley para la igualdad salarial», entre otras.

Las organizaciones convocantes aspiran a conseguir además que se rebaje el número de trabajadores que deben tener las empresas para que se les obligue a realizar planes de igualdad.

La responsable de la Mujer de Comisiones Obreras dio a conocer un informe que eleva al 36% la brecha salarial en la Región, mientras que en España ronda el 30% y representa una diferencia de 6.000 euros anuales respecto al salario que cobran los hombres. La disparidad en las retribuciones queda enmascarada muchas veces tras «los complementos diferenciados, pluses selectivos y categorías profesionales devaluadas».

Las mujeres acaparan, además, tres de cada cuatro contratos a tiempo parcial y los de menor duración.

No obstante, «en 2016 hubo más contratos a hombres que a mujeres en todos los tramos de edad, especialmente entre los 35 a 44 años, con un 72,22% de contratación masculina; en el tramo de los 45 a los 54 años los contratos a los hombres alcanzan el 69,81%.

Sin embargo, el 69,45% de los contratos fijos discontinuos los tienen las mujeres, que muestran además las mayores tasas de temporalidad y de precariedad, dado que trabajan en los sectores con una actividad marcada por la estacionalidad: agricultura, hostelería y comercio.

Por eso, los hombres salen más beneficiados cuando mejoran las condiciones económicas y vuelve a crearse empleo. Entre 2012 y 2016 el paro masculino ha descendido un 47,61%, mientras que el femenino ha bajado un 27,42%.

También el paro de larga duración es superior entre las mujeres, dado que alcanza el 47,77% frente al 37,81% de los varones. La proporción de hombres ocupados (57%) supera a la de mujeres (43%), pero la cifra de paradas es superior.

Por otra parte, el PSOE ha presentado este lunes una proposición de ley para la igualdad retributiva de hombres y mujeres que llevará al Congreso de los Diputados y que plantea reformar la Ley de Igualdad y el Estatuto de los Trabajadores para erradicar la brecha salarial, con sanciones a los empresarios que incurran en discriminación.