Esa es la pregunta que se están haciendo los regantes del Campo de Cartagena y de Mazarrón, entre otros, quienes están intentando hacerse con el texto completo del proyecto de Ley de la Sequía, aprobado el jueves en el Congreso de los diputados, y que recoge medidas de apoyo para paliar las pérdidas de los agricultores como consecuencia de la falta de lluvias. «Habrá que leer la letra pequeña para saber si en el 'precio social' del agua desalada aprobado, que fija en 30 céntimos el metro cúbico mientras dure la sequía, entran las desaladoras que no haya construido el Estado», como la de la Comunidad de Regantes de Mazarrón, apuntó el presidente de esta entidad, José Hernández. Hernández apuntó que la planta construida por los regantes mazarroneros, la primera en todo el país, hasta ahora no se ha beneficiado de las distintas subvenciones aprobadas por el Gobierno español para paliar los efectos de la sequía, pese a que «somos una corporación de derecho público». Esta planta fue la primera de la cuenca del Segura y se construyó en 1998. Se da la circustancia de que Mazarrón no tiene dotación del Trasvase Tajo-Segura.

El presidente de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena, Manuel Martínez Madrid, comparte con Hernández la duda sobre el alcance de este precio subvencionado. «No sabemos si se aplicará o no en los recursos que le compremos a la desaladora de Escombreras, que es de titularidad privada; pero lo que está claro es que los vamos a utilizar para regar, igual que el agua que nos venda la sociedad estatal Acuamed de las plantas de Torrevieja o Valdelentisco», apuntó, dejando claro que «debería aplicarse» la rebaja.