El eurodiputado y exministro socialista José Blanco, que ayer ofreció una conferencia en el Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Murcia (Coitirm), reconoció que el acuerdo del Parlamento Europeo por la supresión del impuesto al sol tropieza con la resistencia del Consejo y de la Comisión de la UE, aunque defendió que «el autoconsumo eléctrico tiene que ser un derecho» y cuenta con «la legitimidad» que le confiere el apoyo de la práctica mayoría de los grupos representados en la Eurocámara. Se mostró «esperanzado» ante negociación, que se iniciará el día 27.

La UE prepara una nueva directiva sobre energías renovables, en la que la Eurocámara quiere introducir una serie de medidas para eliminar cortapisas a la generación eléctrica para uso de las familias y de las empresas, que en este momento penalizan el autoconsumo. Solo las instalaciones con una potencia inferior a los 10 kv y las viviendas aisladas que no están conectadas a la red quedan excluidas del pago de un peaje a las compañías eléctricas por verter a la red la energía sobrante que no consumen.

José Blanco, que intervino en el Foro Innovación e Impulso de las Energías Renovables (INNPULSA ) organizado por el Coitirm, admitió que el Parlamento «está librando un batalla» para conseguir que la nueva directiva recoja la decisión avalada por la mayoría de los diputados europeos en contra de las trabas y de los tributos «discriminatorios» al autoconsumo eléctrico. Contempla también la ampliación del objetivo de energías renovables para la Unión Europea del 27% hasta el 35% en 2030, con el propósito de paliar el cambio climático.

El eurodiputado socialista defendió que los consumidores y las industrias que generen energía eléctrica para consumo propio «no deben pagar ningún tipo de peaje».

Anunció que el próximo día 27 se inicia «el proceso de diálogo con el Consejo Europeo» con el objetivo de «que esté aprobada este año». Blanco intervendrá en la negociación de la nueva directiva como representante del Parlamento Europeo, junto con el comisario de Energía, el exministro español del PP Miguel Arias Cañete, y el representante de los Estados miembros, que es Bulgaria. «Estoy seguro de que busqueros un entendimeinto que permita tener una directiva ambiciosa y acorde con los objetivos climáticos marcados por todos los Estados del mundo».

José Blanco recordó que la directiva europea sobre energías renovables tiene que entrar en vigor el 1 de enero de 2020, lo que obliga a alcanzar un acuerdo entre la Eurocámara y el Consejo Europeo, que está formado por los jefes de Estado y de Gobierno de la UE. «Las posiciones están bastante alejadas, pero hay un dato muy objetivo: en el Parlamento europeo todos los grupos políticos, a excepción de los euroescépticos, apoyaron la iniciativa, que solo tuvo 80 votos en contra de los 590 emitidos. Esto da una fortaleza inmensa al Parlamento europeo. Hay que destacar que tanto el Grupo Popular europeo, como los conservadores, los verdes y los socialistas avalaron el acuerdo, y esa fortaleza nos da una legitimidad enorme para iniciar el proceso de negociación».

Espera que los Estados miembros «den un giro de 180 grados, porque creo que tienen que abanonar la hipocresía. No se puede ir a aplaudir a París los objetivos climáticos, no se puede ir a Francia a la cumbre con Macron y luego hacer una legislación que no esté en sintonía con los objetivos marcados en París». Defendió la penetración de las energías renovables en actividades «muy contaminantes, como el transporte, la calefacción y la refrigeración, y dijo que el Parlamento Europeo ha fijado una posición «muy ambiciosa para que Europa lidere las energías renovables».