La Región ha sido una de las comunidades autónomas con menor crecimiento de la inversión destinada a infraestructuras del transporte entre los años 2010 y 2014, según un informe de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), promotora de los encuentros empresariales a favor del Corredor Mediterráneo, que en marzo de 2017 congregó a 500 personas en Murcia. El estudio revela que «el impacto de la crisis en la inversión en infraestructuras del transporte en España ha sido de tal intensidad que en muchas comunidades autónomas es menor a la necesaria para reponer el capital que se deteriora».

Entre 2010 y 2014 la inversión en infraestructuras apenas ha crecido en Murcia un 0,03% por trabajador ocupado, un dato que resulta inferior a la media nacional del 0,08%, aunque teniendo en cuenta el escaso volumen de las obras realizadas en los años anteriores este incremento resulta poco significativo.

En el Arco Mediterráneo el crecimiento de la inversión en infraestructuras del transporte se ha situado en el 0,51%, lo que significa que el gasto se ha orientado hacia otras comunidades autónomas, dado el exiguo repunte del dinero destinado a la Región.

Además, hay que tener en cuenta que gran parte de las obras que aparecían recogidas en los Presupuestos Generales del Estado durante los años de la crisis han venido aplazándose un ejercicio tras otro y muchas de ellas siguen aún sin terminar. Como ejemplo, sirven dos de los proyectos emblemáticos del Ministerio de Fomento en la Región: la variante de Camarillas, que debía estar acabada en 2011, pero no entrará en fase de pruebas al menos hasta el próximo verano; y la línea de Alta Velocidad que conectará la Región con Madrid, cuya llegada a Murcia estaba prevista para 2014.

Aunque Fomento prevé que el AVE en superficie pueda entrar en pruebas para el verano, la terminación del proyecto de soterramiento de la Alta Velocidad firmado en 2006 no tiene plazo de terminación.

Durante el periodo que comprende el informe las inversiones de la Comunidad Autónoma prácticamente desaparecieron o se limitaron al mantenimiento de las carreteras regionales, mientras que la actuación del Estado se ha dedicado exclusivamente a la autovía que conecta La Paloma con la conexión El Palmar-Alcantarilla, inaugurada en 2012, y a la de Yecla y Jumilla, terminada en 2017.

Los autores del estudio señalan que «uno de los factores que explica el menor crecimiento de la renta por habitante en el Arco Mediterráneo es su menor productividad, que depende de variables como el capital humano, el esfuerzo inversor, la internacionalización, el tamaño de las empresas y la disponibilidad de unas adecuadas infraestructuras».

Sin embargo, «en el Arco Mediterráneo el valor del stock en carreteras por ocupado es un 22% inferior al de España».

El informe de AVE destaca igualmente que «en el Arco Mediterráneo las dotaciones en infraestructuras han aumentado en este periodo a una tasa del o,51%, si bien la cifra enmascara importantes diferencias entre regiones. Mientras que el stock de capital de Cataluña y Andalucía ha aumentado muy por encima de la media nacional, en Islas Baleares y Murcia prácticamente se ha mantenido constante, mientras que en la Comunidad Valenciana ha caído».

Una de las razones por las que se ha producido esta caída en la comunidad vecina es el gran esfuerzo inversor del que se benefició en los años previos a la llegada del AVE a Valencia (en 2012) y a Alicante (2013).

Murcia ha sido la segunda comunidad autónoma con menor crecimiento de la inversión pública en infraestructuras del transporte por trabajador ocupado durante la crisis. Por detrás aparecen Baleares (0,02%) y las cinco autonomías que han registrado un descenso de la inversión pública en este periodo.

Se trata de Castilla- La Mancha (-0,038%), Comunidad Valenciana (-0,39%), Cantabria (-0,50%), Aragón (-0,55%), Principado de Asturias (-0,67%), Canarias (-1,11%), Madrid (-1,42%) y Navarra (-1,71%).

Por el contrario, Galicia (1,70%) ha conseguido el mayor incremento de la inversión entre 2010 y 2014, seguida de Castilla y León (0,78%), Cataluña (0,66%), La Rioja (0,60), Andalucía (0,49%), Extremadura (0,40%) y País Vasco (0,26%).

La Asociación de Empresarios Valencianos recuerda que «el desarrollo del Arco Mediterráneo es clave para el crecimiento de la economía española, ya que aporta alrededor del 40% de la renta y el empleo. Desgraciadamente, su evolución desde inicios del presente siglo no es una historia de éxito en lo que a bienestar económico se refiere. Así, aunque sus ciudadanos disfrutaban a principios del siglo XXI de un PIB per cápita un 2,7% superior al de España, en 2014 era un 4,2% inferior, con un nivel de renta en términos reales inferior al del año 2000. Detrás de esta evolución está tanto un menor crecimiento en los años de bonanza económica, como un mayor impacto de la crisis en los años posteriores».

Añade que «la evolución que han seguido en España las infraestructuras de transporte en los últimos años ha sufrido con virulencia las consecuencias de la crisis. De crecer a una tasa media anual del 4,2% de 2000 a 2010, en ese año se produjo un punto de inflexión para caer la tasa a casi el 0% durante los cuatro ejercicios posteriores, lo que implica que las infraestructuras de que dispone la economía española en 2014 son prácticamente las mismas que en 2010».

En el caso de Murcia no solo no ha aumentado la dotación destinada a infraestructuras, sino que los proyectos que están en marcha en estos momentos son los mismos que han venido apareciendo en los Presupuestos Generales del Estado durante los últimos lustros. Así lo atestiguan los balances ofrecidos por la CROEM sobre el importe de las infraestructuras que se han quedado en el tintero durante la última década. La patronal calcula que casi 2.000 millones se han quedado sin gastar en diez años.

No obstante, el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, sostiene que la Región va a recibir en los próximos años un volumen de inversión que Murcia no había conocido antes, teniendo en cuenta las obras del soterramiento, el proyecto de la nueva estación del Carmen bajo tierra, que saldrá a licitación en primavera en primavera en 200 millones, a los que se sumarán los 700 millones previstos en el AVE de Murcia a Almería, cuya terminación está prevista para 2023, así como el ramal a Cartagena. En su última visita a la Región, la pasada semana, el ministro se ha comprometido también a soterrar 838 metros de la línea de Alta Velocidad a su paso por Alcantarilla.