El juicio contra el acusado de asesinar con una mancuerna y agredir sexualmente a su mujer en Orihuela llegó ayer a su fin en la Audiencia Provincial con sede el Elche. Fue en ese contexto en el que un informe presentado por una perito judicial poco menos que justificaba el crimen machista por la «psicosis provocada por celos» del acusado.

El estupor en la sala fue evidente, y la acusación estaba totalmente escandalizada, por el hecho de que se hablara de «psicosis por celos» en un problema social como la violencia machista. La acusación, de hecho, considera que no se puede justificar un crimen por celos bajo ningún pretexto, y que eso en ningún caso exime al procesado de su responsabilidad penal.

No en vano, varios informes fueron en un sentido totalmente opuesto al de la perito. Sin ir más lejos, en el juicio se presentaron informes psiquiátricos elaborados por los profesionales del centro penitenciario de Fontcalent, donde el acusado lleva cuatro años. Esos documentos apuntaban a que el hombre está en plenas facultades mentales, por lo que, según la acusación, no se le puede eximir de ninguna responsabilidad por matar a Yolanda Aniorte, como pidió la defensa del acusado.

En la sala también se escuchó la llamada que el detenido realizó al teléfono de emergencias 116 poco después de abandonar el domicilio, desde una cabina de teléfono, y en la que pidió una ambulancia para «una muchacha que está muy mal». Para el fiscal y la acusación, el hecho de que el hombre no utilizase su teléfono móvil y buscase una cabina da a entender que no tenía afectadas sus facultades mentales y que meditó todo lo que hizo.

Precisamente el fiscal aseguró que, a tenor de las pruebas e informes presentados durante el juicio, había quedado demostrado que el acusado mantuvo con la víctima una relación sexual violenta, que no parece que fuese consentida por ella, y que se trataba de un asesinato, ya que la atacó por la espalda cuando estaba dormida.

Esta misma consideración realizaron el resto de letrados de la acusación, que insistieron en que el reo estaba en pleno uso de sus facultades mentales. De hecho, en la sesión de ayer también declaró la Policía Científica, que analizó la mancuerna con la que se mató a Yolanda Aniorte, la sábana de la cama en la que se encontró el cadáver, y el pantalón de su pijama, que, al igual que el resto de elementos, estaba manchado de sangre.

Los agentes que recogieron las pruebas certificaron ante el jurado que en la mancuerna detectaron restos de sangre de la víctima y del acusado. Mientras, en la sábana encontraron sangre de la víctima y semen del detenido, y en el pantalón del pijama de la mujer localizaron semen de él.

La última sesión de la vista oral, antes de que el lunes se inicie el periodo de reflexión del jurado popular, que debe emitir un veredicto, siguió la tónica de las anteriores, y la magistrada tuvo que expulsar al acusado de la sala al poco de comenzar la sesión, por continuas interrupciones. No fue hasta el final, al llegar el turno del alegato final del acusado, cuando éste regresó. Fue entonces cuando en repetidas ocasiones el reo afirmó que «la quise más que su madre», y que la noche en la que se produjeron los hechos «iba perdido», refiriéndose a que había consumido drogas, algo a lo que también se aferró su defensa.