Un total de 3.000 efectivos de emergencias estatales, regionales, locales, de organizaciones privadas, ONG y fuerzas armadas extranjeras participarán del 23 al 27 de abril, en Murcia y Cartagena, en un simulacro en la Región con el fin de estar preparados y coordinados ante riesgos sísmicos, químicos y de inundaciones.

Será la primera vez que la Región acoja este gran simulacro que la Unidad Militar de Emergencias celebra anualmente en distintos puntos de España y que prepara para una catástrofe de nivel 3, es decir, el máximo de la escala, considerada Emergencia de Interés Nacional y que implica una coordinación estatal por parte del Ministerio del Interior. De hecho, España no ha registrado aún ninguna emergencia de este nivel, ya que se activa ante una peligrosidad «extrema» o cuando se ubica en una zona limítrofe entre varias comunidades, de forma que se requiere la intervención del Gobierno central.

Así lo informaron ayer el teniente general de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Miguel Alcañiz, acompañado por el delegado del Gobierno en la Región de Murcia, Francisco Bernabé y el consejero de Presidencia y Fomento, Pedro Rivera, al final de la reunión mantenida con el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras.

En concreto, el ejercicio simulará un escenario de catástrofe ante riesgo sísmico que produciría una serie de riesgos derivados medioambientales, tecnológicos y relacionados con inundaciones, por lo que, según Rivera, el objetivo «es trabajar en el perfeccionamiento y la coordinación para ser más eficaces a la hora de intervenir y que estemos preparados para actuar en consecuencia, en el supuesto de que se produjera una emergencia de este nivel».

Por su parte, el teniente general Alcañiz destacó que la UME tiene «un hermanamiento especial» con la Región, que ha tenido que visitar en 16 ocasiones, cuatro de ellas por inundaciones, una por seísmo y las 11 restantes por incendios forestales. El objetivo de este ejercicio, según Alcañiz, es adiestrar a la UME, así como mejorar la coordinación con otros organismos estatales, regionales y locales, así como entidades privadas y otras unidades militares de Tierra, Mar y Aire, con el fin de poner en marcha el Plan Estatal de Protección Civil ante riesgo sísmico, químico e inundaciones.

En cuanto a los niveles de la escala de emergencias, Alcañiz señaló que la primera escala implica que es el ayuntamiento el que tiene que intervenir con sus medios para hacerle frente, pero si la emergencia es mucho más grave se decreta el nivel dos, que implica pedir auxilio a los recursos de la Comunidad correspondiente, momento en el que la UME puede acudir en apoyo.

«Si la cosa se sigue complicando, se declararía el nivel 3 de la emergencia o nivel nacional, con lo que la gestión correspondería al Ministerio del Interior y, por delegación, a la UME», según el teniente general Alcañiz, quien afirmó que la intención de este simulacro es coordinar con la Comunidad Autónoma la transición del nivel 2 a 3 y los mecanismos para resolver la emergencia.

El simulacro también persigue el adiestramiento de las unidades, la coordinación entre las entidades participantes y con las autoridades competentes en la resolución de la emergencia, así como la validación de los planes estatales y autonómicos. Finalmente, pretende asimismo mejorar la interoperabilidad y el sistema de mando y control.