En 2015 se acogieron a 106 menores que llegaron solos en las pateras a las costas de la Región y en 2016 fueron 179. Este año pasado la cifra alcanzó los 330.

Así lo relató la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Violante Tomás, quien explicó que estos menores, en su mayoría procedentes de Argelia (90%), viajaban solos y alcanzaron las costas de la Región en distintas oleadas de llegadas de inmigrantes en pateras a lo largo del año.

De éstas, hubo dos picos importantes: en el mes de octubre la Consejería acogió a 165 menores y, durante el fin de semana del 18 y 19 de noviembre, llegaron a las costas de la Región de Murcia hasta 43 menores en tan solo dos días.

«Como no esperábamos esa avalancha, aprovisionamos de manera urgente un recurso a través de una fundación para la atención de los menores», recordó. Así, la llegada de MENAs (Menores Extranjeros No Acompañados) motivó la apertura de la residencia El Peñasco el pasado 2 de octubre como centro de primera acogida y media-larga estancia, que gestiona la Fundación Arcos del Castillo. Inicialmente se prepararon 25 plazas, que después pasaron a ser 40 y, finalmente, se hizo una previsión para 54.

Posteriormente, se han habilitado otras 34 plazas en centros dependientes de la Fundación Diagrama, que se van a gestionar por el procedimiento de emergencia.

La consejera indicó que algunos de estos menores ya se han marchado con sus familias porque para ellos la Región es una zona de paso a otras comunidades autónomas o países europeos, donde los progenitores están establecidos.

Pero quienes vienen sin su familia son tutelados por la Comunidad Autónoma ya que, cuando llegan menores extranjeros, es competencia de la Consejería de Igualdad de Oportunidades darles protección. Esta tutela se extiende hasta la mayoría de edad, aunque se ha puesto en marcha otro recurso de protección porque, cuando los jóvenes cumplen los 18 años, «no podemos dejarlos solos».

De este modo, a través de una colaboración con Cáritas, estos chicos pueden estar atendidos tras alcanzar la mayoría de edad. Para ello, se han puesto en marcha dos pisos tutelados, donde «pueden seguir preparándose y estudiando y, sobre todo, tener atención y un hogar».

«Por razones legales y humanitarias tenemos que atender a estos menores que suben a una patera y ponen en riesgo sus vidas para buscar un futuro mejor», concluyó Violante Tomás.