La Región de Murcia es la segunda comunidad en la que se ha producido el mayor aumento de la superficie agrícola utilizada (SAU) entre 2013 y 2016, con un 4 por ciento, sólo por detrás de Asturias, donde se incrementó un 6,1%. La variación media nacional está en el 1,6%.
En total, la SAU media en la Región era de 12,56 hectáreas y en 2016 ascendió a 13,09, según los datos de la Encuesta sobre la Estructura de las Explotaciones Agrícolas, que acaba de hacer pública el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Por lo que respecta al número de explotaciones, en 2013 había 30.091, que ocupaban una superficie total de 508.230 hectáreas. De éstas, 29.867 (el 99,26%) estaban en producción (SAU), cultivando un total de 498.894 hectáreas.
No varían en exceso las cifras en 2016, aunque sí se produce una agrupación de las explotaciones, ya que aunque las fincas descienden en número, hay más hectáreas cultivadas.
En total en ese año había 29.101 explotaciones con una superficie de 512.663 hectáreas, de las cuales 28.833 estaban 'activas' (el 99,08%), ocupando una superficie total de 502.786 hectáreas. Esto supone un incremento de 3.892 hectáreas cultivadas.
En la encuesta del INE, la superficie total comprende la superficie agrícola utilizada (SAU) y las otras tierras que formando parte de la explotación son improductivas o no susceptibles de aprovechamiento vegetal como baldíos, eras, pedregales, caminos, aguas y superficie forestal. En este apartado se excluyen las superficies propiedad del titular cedidas a terceras personas.
«Una explicación plausible para esta evolución es el uso de las tierras de secano que eran antes de cereales para cultivos como el almendro, el olivar o los pistachos, cuyas explotaciones están aumentando», comenta el secretario de organización de Coag, Francisco Gil.
Lo que tiene bastante claro es que no han sido las tierras de regadío las que han aumentado. «Estas tierras se están manteniendo», apunta el dirigente agrario.
Y respecto a que se tiende a que haya explotaciones más grandes, la razón no es tanto porque se adquieran más tierras, «porque los precios están muy altos», como que se 'alquilen' las fincas de al lado. «Esto sobre todo se da en los cultivos de hortalizas», destaca el representante agrario.
La encuesta constata el descenso en la superficie de cultivo de la vecina comunidad valenciana en un 5% respecto a los datos de 2013, lo que en opinión de Gil se explica por su característica principalmente minifundista y porque en los últimos años la rentabilidad de naranjas y mandarinas ha sido mínima. «En esos casos los agricultores prefieren abandonar», indica.
Propietarios
La encuesta del INE también analiza las explotaciones agrarias según su propiedad. En el apartado de 'trabajo familiar' (personas físicas y jefes de explotación) la estadística se fija en la edad y el sexo de su propietario.
En 2013, había 28.703 fincas, de las cuales los hombres eran titulares de 20.451 y de 8.252 eran mujeres. En referencia a las tierras en explotación (SAU), de las 28.162, 20.008 eran de titularidad masculina y 8.169 femenina.
Las cifras varían menos en la titularidad masculina en la encuesta de 2016. Del total de las explotaciones, 27.324, 20.447 son de hombres y 6.877 de mujeres. En referencia a las tierras cultivadas (26.819), 20.067 tienen titularidad masculina (tres de cada cuatro) y las restantes 6.752, femenina.
En este apartado se constata una mayor distancia en la titularidad femenina de las explotaciones que en la masculina.
«Por una cuestión fiscal ha interesado separar la titularidad de la finca del hombre, sobre todo si éste tenía otra ocupación principal», explica Francisco Gil.
Sin embargo, está seguro de que los datos pueden variar mucho más en el futuro, ya que últimamente, la mujer se está incorporando cada vez más como empresaria al mundo del campo.
«Más del 30 por ciento de los autónomos de este sector son ya mujeres y no dudo de que este porcentaje irá aumentando», añade, y comenta que en la nueva junta directiva de Coag de los 8 integrantes ya hay dos mujeres.
Por último, la encuesta del INE también recoge que mientras que en 2013 había 8 explotaciones con doble titularidad y de menores de 25 años, cuatro años después esa cifra descendió a una única finca.
