«Pasa de su cara. Frena, que te la hace. Tú tranquilo, tengo la matrícula. Al final va a haber un accidente. Cómo se atreve a hacer estas cosas por aquí». Es lo que se escucha en el vídeo grabado por unos jóvenes que a punto estuvieron de sufrir un siniestro en la carretera por culpa de lo que hacía el turismo rojo que les pilló delante en el Puerto de la Cadena.

Gracias al vídeo, la Benemérita tardó poco en localizar al responsable de esta alerta, triste protagonista de una grabación que se hizo viral y provocó la indignación de la opinión pública. El vídeo, colgado en la web de LA OPINIÓN, tuvo miles de visitas.

Una vez localizado, el procedimiento habitual que desemboca en un juicio rápido en el Juzgado de Guardia. El hombre, J. M. M., no fue detenido en ningún momento. Se le citó, primeramente en las dependencias del Sector de Tráfico de Murcia para que declarase, en calidad de investigado. La Guardia Civil identificaba este hombre, de nacionalidad española, de 43 años y vecino de Murcia, como presunto autor de un delito contra la seguridad vial.

«Déjalo, salte por la siguiente», indicaba el copiloto del coche que iba detrás (el chico que grabó el vídeo) al conductor del vehículo en el que viajaban. Ocurrió en la autovía A-30 (en sentido Cartagena, en el término municipal de Murcia, a la altura del Puerto de la Cadena). Pocas horas después de hacerse viral el vídeo, la Fiscalía anunciaba que abría una investigación. La Benemérita destacó que la operación fue culminada 24 horas después de moverse las imágenes. La operación fue desarrollada por el Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (G.I.A.T.) del Sector de Tráfico de la Guardia Civil de la Región de Murcia.

El sospechoso J. M. M. pasaba ese viernes por el juzgado. El Ministerio Público le acusaba de conducción temeraria y solicitaba para él, en principio, las penas de seis meses de prisión y privación del derecho a conducir vehículos de motor y ciclomotores por el tiempo de un año y un día.

Mientras tanto, la defensa de J. M. M. pedía una sentencia de conformidad. Como las partes se pusieron de acuerdo para no recurrir, la sentencia que dictó el Juzgado de Instrucción Número Cinco es firme.

La juez subraya que los hechos declarados probados son constitutivos de un delito de conducción temeraria. Al conformarse, J. M. M. reconoce ser el autor y, a la vez, en virtud de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, ve reducida su pena en un tercio respecto a la primera que pedía el fiscal.

De esta manera, la juez condena al conductor a una pena de cuatro meses de prisión. También dicta que tiene prohibido ponerse al volante de un coche (o coger un ciclomotor) durante 244 días. No le impone ninguna sanción económica.

Cuando las penas de cárcel no superan los dos años, y el procesado no cuenta con antecedentes (como es el caso de J. M. M.), en muchas ocasiones el condenado no llega a ingresar en prisión.

De esta forma, la juez acuerda la suspensión de la pena de cuatro meses de cárcel, aunque esto queda condicionado a que el hombre no cometa ningún delito de aquí a dos años. Además, J. M. M. tendrá que participar en programas formativos en materia de seguridad vial, «según la planificación que se fije por el servicio de ejecución de penas y medidas alternativas», tal y como detalla la sentencia.