El caballito de mar podría terminar desapareciendo del Mar Menor. Y es que su población podría haber descendido en torno a un 90 por ciento según los resultados preliminares de un estudio de la asociación Hippocampus, que concluirá en el verano de 2018 y que subraya que esta especie "no podía ser ajena a la tragedia del Mar Menor".

La asociación, que se dedica al estudio y conservación del Mar Menor en general y del caballito de mar en particular, como especie emblemática del mismo, surgió en el año 2007 a partir del 'Proyecto Hippocampus', incluido en el Programa de Acción del Voluntariado Ambiental de la Región de Murcia, y en la actualidad es una de la más de 30 asociaciones y organizaciones que integran la plataforma ciudadana 'Pacto por el Mar Menor'.

En su asamblea anual, el 16 de diciembre esta asociación presentó un informe sobre la situación del caballito de mar durante el año que finaliza. Miguel Vivas, voluntario de esta asociación, presentó los resultados preliminares del estudio sobre el estado actual de la población en la laguna basados en los 15 muestreos que se han llevado a cabo durante 2017 y que se caracterizaron por una "bajísima densidad" de Hippocampus guttulatus, una especie que era abundantísima en el pasado en la laguna y que está catalogada en "peligro crítico", según el Libro Rojo de los Vertebrados de la Región de Murcia.

Este descenso en el tamaño de la población parece estar ligado a los episodios de eutrofia que durante el 2016 provocaron la pérdida de la cobertura vegetal en la práctica totalidad del interior de la cubeta y la anoxia de los fondos, según la asociación.

Según explica la misma, el caballito de mar necesita de esas praderas para su supervivencia, "de modo que en la actualidad y debido a las gravísimas alteraciones ambientales de la laguna, ésta se encuentra seriamente comprometida".

Desde la asociación indican que aunque la pesca extractiva de caballitos con fines comerciales ha desaparecido, existen otras amenazas que se ciernen sobre esta especie como el aumento de especies depredadoras como la lubina, la dorada o el cangrejo azul (Callinectes sapidus) -esta última especie introducida recientemente en la laguna-.

A estas amenazas se suman la mediterranización de sus aguas, "en lo que no ayudará si se lleva a cabo un dragado de sus golas"; o la mortalidad accidental provocada por la retirada de las redes anti-medusas cada otoño.