Sin gluten, ni proteína de la leche ni ingredientes que tengan origen animal. Los roscones de Reyes se van adaptando cada vez más a las necesidades de los consumidores y ven cómo poco a poco sus recetas van cambiando en función de lo que el cliente demanda. Estos días las confiterías abren sus obradores, un espacio propio dentro del local para elaborar sus productos artesanos, más temprano que nunca, y las jornadas pueden llegar a ser maratonianas, de 24 horas para algunos, para que mañana por la tarde todos los pequeños y mayores puedan disfrutar de este manjar tan propio de comienzos de año.

Después de una crisis económica que ha arrastrado las cifras de ventas de roscones a los umbrales más bajos que han tenido las confiterías, este año los pasteleros de la Región están viendo su labor recompensada con más clientes que optan por los dulces navideños artesanos, tratados con mucho cariño, incluido lo que esconden dentro. En estos términos habla Celia Bonache, confitera , copropietaria de la pastelería Bonache e integrante de la Asociación Regional de Empresarios de Pastelería de Murcia (Arepa): «Los consumidores están abandonando la idea de comprar los roscones en supermercados, que salen más baratos, y se lanzan a adquirir los artesanos en pastelerías. Este año está aumentando la venta de roscones, sobre todo los que llevan relleno».

Otro aumento de ventas lo están teniendo los roscones para veganos, celíacos o personas con determinadas intolerancias a ciertos productos. En Murcia, José Moreno lleva desde hace dos años al frente de la pastelería 'La Casa del Celíaco', y subraya que cada Navidad tiene más encargos de personas que piden incluso fuera de la Región: «Desde que comenzamos el lunes a trabajar los roscones, hemos mandado a Cuenca, Palma de Mallorca o Barcelona, incluso tenemos experiencia con turistas ingleses o alemanes que vienen específicamente a nuestro local a desayunar todos los días y después se llevan postres a sus países». Cree que en cinco días de trabajo elaborará y venderá 200 roscones, especiales todos ellos, sobre todo los veganos, en los que no utiliza ni huevos, ni leche (lo sustituye por bebida de soja o arroz) y en ocasiones sin azúcar, dado que para su elaboración y refinado se suele utilizar carbón animal o carbón de hueso.

Los consumidores con alergias alimenticias, como a determinadas harinas o a la lactosa, también pueden pedir una receta del roscón adaptada a sus necesidades. «Los clientes están muy agradecidos, Murcia está viviendo ahora mismo un 'boom' de cosas sin gluten o sin lactosa que se agradece».

Novedades en relleno y sorpresa

Este año los pasteleros han vuelto a sus obradores para investigar con qué pueden sorprender a la gente de cara a mañana e intentar abrir más la oferta de roscones para cubrir todos los gustos de los más golosos. Celia Bonache ha apostado este año por incluir una crema de avellana como relleno que está «funcionando muy bien, sobre todo por los más pequeños, que les encanta». El relleno, cuya gama ya contaba con los de nata, crema, chocolate, cabello de ángel, mazapán o glaseado, no es lo único en lo que se intenta innovar. «Estas Navidades hemos apostado por incluir más sorpresas en este dulce, más regalos para los niños», explica Bonache, «personalizamos el roscón al gusto del cliente. Si tiene hijas, incluimos más detalles para ellas, y si hay más chicos, lo mismo». Celia, en particular, lleva desde septiembre estudiando qué regalos incluir en los roscones. «Es una fiesta para los niños», concluye.

Cartagena

En la confitería Pani de la calle Morería Baja llevan madrugadas enteras elaborando artesanalmente todo tipo de roscones. Este año, su confitero Francisco Hernández, conocido como 'Pani', ha innovado con el relleno de trufa cocida, que «también se está vendiendo muy bien, como el resto», comenta.

A Pani no le gustan que los roscones lleven hechos desde hace unos días, le gusta venderlos con horas de diferencia entre su elaboración final y el momento en el que se lo lleva el cliente. «Nos gusta hacerlo lo más reciente posible».

Lorca

Juan Carlos Ayala dirige la famosa confitería Blanco y Azul de Lorca, con tres locales propios en la ciudad. Su especialidad estos días y noches frenéticas de elaboración pasan por el relleno de crema de 'ferrero', aunque también se ha lanzado a la preparación de roscones sin lactosa, previo encargo del cliente. En cinco días espera vender entre 1.100 y 1.000 unidades de estos dulces navideños en Lorca. Hernández comenta que esta madrugada se va a trabajar «como nunca» porque a lo largo del día de hoy, después de las cabalgatas de Reyes, es cuando más se vende, explica.

Reparto de 3.000 raciones

Mañana por la mañana, a las 10.00, se repartirán 3.000 trozos de roscón de Reyes en la Glorieta de España en Murcia, como anticipo de la fiesta que se avecina por la tarde con Sus Majestades de Oriente en la cabalgata.