A tan solo unas horas de su gran momento, los Reyes Magos ultiman sus preparativos en el día más importante del año para ellos y para los más pequeños. El tiempo apremia y los pajes no son siempre muy previsores, por lo que muchos recurren a «los juegos de mesa, ya que son muy habituales como regalo de último minuto», explican los jugueteros.

Desde hace varias décadas, los videojuegos han ido incrementando sus ventas en estas fechas y se han convertido en uno de los regalos estrella, dejando a un lado los juegos de mesa. Sin embargo, «los juegos educativos están adquiriendo cierta fuerza en las ventas porque aún hay gente que se resiste y prefiere regalar a los niños obsequios con los que desarrollar su imaginación, su creatividad y su memoria», explica Ana, de la tienda murciana Educania.

Por su parte, los juegos de mesa han tenido que interiorizar el mantra de ´renovarse o morir´ y el esfuerzo les ha merecido la pena, ya que en los últimos años han vuelto a ser una alternativa que va cogiendo fuerza en cada campaña.

Nos acompañan desde siempre, pero es hoy cuando posiblemente disfruten de su época dorada. Son una oferta de ocio original para disfrutar en compañía. «Las familias en Navidad cada vez optan más por recurrir a este tipo de actividades lúdicas con las que compartir una tarde jugando en casa, es por eso que, aunque los clásicos como Monopoly o Scrabble siguen siendo muy socorridos, el catálogo se ha ampliado, incluyendo originales juegos que entretienen tanto a mayores como a pequeños», indicaron desde El Corte Inglés.

Numerosos editores viven los juegos de mesa con pasión. Devir, por ejemplo, ha apostado este 2017 por un tipo de juego novedoso, que emula los famosos escape room. Llevar a la mesa del salón una actividad con laberintos, puertas y acertijos ha sido tendencia este año, y Devir aporta Exit, una trilogía de juegos que se usan una única vez: una compra que ofrece una experiencia para una tarde en la que pueden participar hasta seis jugadores que intentarán resolver una serie de pistas, puzzles y acertijos nada sencillos.

Devir tiene una amplia línea que va del juego de guerra más sesudo -como Combat Commander Europa, recreación de los combates de infantería en la Segunda Guerra Mundial- a los más familiares como el archiconocido Los colonos de Catán o el reciente Century, la ruta de las especias, un juego de compra-ventas con el que los participantes harán malabares mentales sintiéndose mercaderes de oriente a la búsqueda de cardamomo, canela, o azafrán.

Frente a la crisis de otros sectores del ocio, los juegos de mesa han experimentado un auge imparable en el último lustro, quizá porque en el fondo resultan una afición barata: tras un primer desembolso material, un juego de mesa supone muchas jornadas de diversión entre varios amigos sin más gastos. Estos editores buscan juegos distintivos como Osopark (Maldito Games) o Viral (Ediciones MasQueOca). Ambos son, como lo es Century, propuestas interesantes para el adulto pero accesibles a partir de, aproximadamente, los diez años.

En Osopark cada jugador debe crear un parque natural de osos, una suerte de reserva en la que disponer los servicios necesarios para los visitantes y para los animales, en un juego consistente en ir completando una especie de Tetris con losetas de cartón. Hacerlo antes y mejor que tus rivales será el camino a la victoria.

Por su parte, Viral resulta divertido ya desde su portada, con el dibujo de un enorme virus muy cartoon. En el juego participaremos como virus infectando un cuerpo humano, compitiendo contra otros virus y contra el sistema inmunológico del cuerpo. Un juego bastante táctico con componentes atractivos: fichas de madera, piezas de cartón, cartas con ilustraciones simpáticas y un tablero original que emula los órganos de un cuerpo humano.

Partidas exprés

Otra modalidad muy familiar son los juegos de cartas rápidos, como Abluxxen o Port Royal. Se trata de partidas exprés pensadas para llenar tiempos muertos con timbas de veinte o treinta minutos, pero que buscan un plus a los juegos de baraja tradicional, de modo que introducen una estética y una temática sugerentes. Port Royal (de MasQueOca) funciona en este sentido, al simular a través de un mazo de cartas negocios portuarios entre filibusteros. Abluxxen (Maldito Games) resulta una sencilla mecánica de crear combinaciones de cartas y robar palos a tus rivales. Son dos ejemplos representativos de este tipo de ´juego de relleno´, como dicen los entendidos en juegos de mesa.

Pero no todos los juegos buscan la complicidad de toda la familia o el modelo filler. Los hay ciertamente densos y que exigen dedicación, con partidas que pueden alargarse varias horas. Draco Ideas es una de las editoriales especializadas en publicar juegos de guerra. Los wargames tienen fama, precisamente, de ser complejos y largos. Pero en su catálogo Draco Ideas tiene propuestas incluso para principiantes, mucho más ligeras pero capaces también de trasladar al jugador a un conflicto histórico sin levantarnos de la mesa. Una de sus referencias más conocidas es ONUS!, Roma vs Cartago, que recrea las guerras Púnicas. Sus partidas no se alargan más allá de 60 minutos, y sus reglas son sencillas sin perder esa sensación de verismo histórico, de ejércitos diversos y posibilidades tácticas en el campo de batalla. Los de guerra son juegos que crecen en fieles y jugadores.

El éxito entre los más pequeños

Los pequeños siguen siendo los protagonistas de estas fechas y para ellos también hay una amplia oferta de juguetes alejados de las pantallas delante de las que pasan gran parte de sus tiempo. Los juegos de mesa que más siguen triunfando entre los niños cada año son Antón Zampón, Pulgares fuera y Crono Boom, así como otros que combinan ciencia, tecnología y matemáticas como Quimicefa y Electrocefa.

Hay juegos para niños pequeños, para toda la familia y para adultos de complejidad considerable. Partidas de diez minutos y timbas que duran varias horas. Juegos de menos de diez euros y caprichos mucho más caros, un mundo diverso y excitante alejado de las pantallas que se resiste a caer en el olvido y que cada año sigue teniendo un público fiel, así como nuevos adeptos que aprovechan la Navidad para descubrir nuevas formas de diversión para disfrutar entre amigos y familiares.