«La aplicación del artículo 155 ha sentado en Cataluña como un bálsamo». Así de contundente se mostraba el presidente de la Casa Regional de Murcia en Barcelona, Emiliano Bermúdez, que votó ayer en la ciudad condal tras vivir un trimestre de mucha tensión. Bermúdez calcula que en la actualidad, solamente en el término municipal de Barcelona, residen más de 100.000 murcianos de primera, segunda y tercera generación. Emiliano Bermúdez reconocía que están viviendo esta situación con mucha preocupación y expectación, y mantenía en la mañana de ayer la esperanza de que alguna formación no independentista obtuviera un buen resultado. «En cualquier caso, parece que el resultado de estas elecciones nos llevará a un escenario donde será muy difícil poder gobernar», decía ayer antes de conocer el escrutinio definitivo.

Bermúdez recuerda la jornada del 1 de octubre en Cataluña, cuando tuvo lugar el referéndum ilegal. «Fue un día muy complicado en Barcelona, aquella consulta fue un esperpento y un insulto a la democracia. Ahora estamos ante unas elecciones de verdad, legales y con control, donde la gente vota sola una vez», indicó, lamentando que la consecuencia más negativa que ha traído el 'procès' ha sido «la división y la perdida de la concordia y la convivencia que ha caracterizado siempre a la sociedad catalana».

El presidente de la Casa de Murcia en Barcelona espera que a partir de las elecciones de ayer se inicie «un proceso de reconciliación para que la sociedad catalana vuelva a ser una de las principales sociedades y economías más importantes de España».