Las parejas ya no sueñan con pasar por el altar. Así lo ponen de relieve los datos sobre bodas eclesiásticas que ofreció ayer el vicario judicial de la Diócesis de Cartagena, Gil José Sáez, quien reconoce que en los últimos años se ha producido una caída «brutal» en el número de enlaces celebrados por la iglesia. Según los datos del Obispado, el pasado año se oficiaron en la Región de Murcia 2.027 enlaces religiosos, el 20 por ciento del total, una cifra que se encuentra muy lejos de los más de 5.200 que se celebraron, por ejemplo, en el año 2003, cuando se oficiaban tres bodas religiosas por cada una civil, según los datos del Servicio de Estadística de Murcia.

El vicario judicial aprovechó la presentación del balance sobre nulidades matrimoniales para pedir «sensatez» a las parejas, ya que aseguró que hay quienes están pidiendo fecha para una boda de segundas nupcias sin tener concedido el divorcio ni la nulidad, por lo que después tienen que cancelarla. Además, recordó que la duración media de los matrimonios en España está entre los 12 y los 16 años.

En el caso de las demandas de nulidad matrimonial en el Tribunal Eclesiástico de la Diócesis de Cartagena, Sáez expuso que se mantienen estables por segundo año tras la reforma ordenada por el papa Francisco, ya que el año pasado fueron admitidas a trámite 86 y en este año 2017 ya se han admitido 76, aunque prevén llegar a lo largo de este mes a las 82, «por lo que la cifra no varía mucho respecto al pasado año». De las 76 peticiones que han sido ejecutadas hasta este mes de diciembre, en 70 se ha declarado el matrimonio nulo y en las 6 restantes válido, mientras que cuatro más han sido apeladas al Tribunal Metropolitano de Granada.

Entre las causas más frecuentes de la petición de la nulidad matrimonial se encuentran las «discrepancias» de juicio acerca de los derechos y deberes del matrimonio, la madurez acerca de los derechos y deberes del matrimonio, así como a la «incapacidad» psíquica para asumir las obligaciones esenciales. En este caso, el vicario judicial apuntó que «no todo el mundo vale para casarse». A estos motivos también se unen otros como el error en las cualidades de la pareja, la infidelidad o la educación de los hijos. En este caso aseguró que en las nulidades de este último año no hay ningún caso en el que se exponga como motivo que el matrimonio no se ha consumado.

Los interesados se duplican

Los interesados se duplicanPese a que las nulidades matrimoniales se mantienen estables, lo que sí ha registrado un aumento espectacular son las peticiones de información para solicitar este proceso, que se han duplicado en estos dos últimos años pasando de las 100 visitas contabilizadas en 2015 a 190 visitas este mismo año. Gil José Sáez explicó que el proceso para determinar o no la nulidad suele tardar en resolverse unos siete meses y tiene un coste de unos 2.500 euros, aproximadamente, «por lo que si aumentan estos costes es porque se contrata a un abogado particular».

Tras destacar que el objetivo del Tribunal es establecer estrictamente si el matrimonio que se celebró fue válido o nulo, hizo hincapié en que «en ningún caso puede decidir las pensiones al cónyuge o a los hijos o los temas de custodia». «La declaración de nulidad matrimonial afecta sólo a los aspectos sacramentales del matrimonio», señaló, al tiempo que informó de que las cuatro fases del procedimiento son la presentación de la demanda; presentación y ejecución de las pruebas; alegaciones de las partes y observaciones del Defensor del Vínculo, lo que sería la imagen del Fiscal; y la sentencia colegial y su impugnación.

Finalmente el vicario judicial aconsejó a las parejas que quieran dar este paso a que lo hagan «de forma conciliadora» con la otra parte y comunicarle antes de que reciba la demanda que va a solicitar la nulidad matrimonial, «y que esto no afectara a afectos civiles», lo que ayudará a que acuda a dar su versión de los hechos.