Los ecologistas llevan mucho tiempo advirtiéndolo y denunciándolo: la calidad del aire de la Región de Murcia se resiente cada vez más por la contaminación atmosférica. El tráfico y las emisiones industriales, unida a la falta de lluvias, son los principales causantes. Y las estaciones que la miden, situadas en distintos puntos de la Región y que forman parte de la Red de Vigilancia, están obsoletas. Han sobrepasado en varios años su vida útil.

«Las ocho estaciones han cumplido ya los siete años y algunas tienen más de nueve», apunta Pedro Belmonte, coordinador de Calidad del Aire de Ecologistas en Acción, organización que sigue muy de cerca los parámetros de la polución que respiramos. Esto provoca fallos técnicos, ausencia de datos, falsas superaciones de algunos de los valores, caídas del sistema informático, etc.

«Había un proyecto de reponer en 2016 nueve analizadores, pero estamos finalizando el 2017 y todavía no se sabe para cuándo se hará», lamenta el ecologista, quien indica que, según los datos que maneja, en la estación de Alumbres no se tomaron datos de las partículas PM10 durante 22 días en julio.

Estas partículas en suspensión (que pueden penetrar hasta las vías respiratorias bajas), son consideradas por los científicos, junto con las PM2,5 (que son más dañinas), como el problema de contaminación ambiental más severo, por sus graves afecciones al tracto respiratorio y al pulmón.

Además, apunta Belmonte, en la estación de Lorca no hubo datos durante 15 días de agosto y durante otros 14 no se midió el ozono troposférico. Este contaminante, derivado principalmente de las emisiones del tráfico, provoca tos, irritaciones en la faringe, irritaciones en la garganta, irritaciones en los ojos, dificultades respiratorias, empeoramiento de la función pulmonar y síntomas de malestar general.

En verano, por la mayor cantidad de horas de sol, puede alcanzar umbrales muy peligrosos para la salud, según los expertos. En esta misma estación, y en octubre, añade el ecologista, durante 15 días no hubo datos de ozono.

«Con estos fallos es imposible llevar un control sobre el estado de la calidad del aire de la Región y hacer un diagnóstico real; la actual red de vigilancia atmosférica está obsoleta», subraya, lamentando que el Plan de Mejora de Calidad del Aire de la Región no incluye propuestas concretas, «y si hay alguna, no tiene presupuesto».

Por ello, los ecologistas reclaman una «urgente» renovación y modernización de la red de vigilancia, porque «algunas no miden elementos contaminantes muy dañinos para la salud», y sólo la estación de Mompeán (Cartagena) controla las partículas PM2,5, «que llegan hasta los alveolos pulmonares».

PROBLEMAS DE COMUNICACIÓN

Desde la Dirección General de Medio Ambiente se puntualiza: las estaciones mencionadas «no dejaron de funcionar, sino que no se subieron los datos a la web por problemas o errores de las comunicaciones». La web en la que se publican todos los datos es www. sinqlair.carm.es

«En esos casos, recibimos los datos, pero no se subieron de forma automática en la web. Los técnicos indican que por lo general los datos, aunque no se muestren en la web, se guardan en el servidor y luego se suben. Si se llegan a perder, está previsto en el Real Decreto que haya un porcentaje de datos que no se tengan», añaden las mismas fuentes.

La Consejería de Turismo, Cultura y Medio Ambiente tiene previsto que en 2018 se complete la modernización de la Red de Control de Calidad del Aire. Para ello se destinará un millón de euros, «que permitirán realizar mejoras en las ocho estaciones de control y en la aplicación informática con el Proyecto Sinqlair».

Este proyecto es una herramienta predictiva «que ha sido pionera en España y en la que se está fijando el Ministerio para realizar algo similar a nivel nacional»,indican desde la Consejería.

La administración regional, insiste en que, dentro del Plan de Mejora de Calidad del Aire 2016-2018, se ha previsto la renovación de equipos y mejora de infraestructuras de la Red Regional de Calidad del Aire.

Así, indican que antes de que termine el año 2018 se completará la adquisición de nueve equipos analizadores: un analizador para Benceno, Tolueno y Xileno, un analizador de amoniaco, un captador secuencial de partículas con cabezal PM2,5, dos analizadores de SO2, dos analizadores de NOx y dos analizadores de Ozono. Cuatro meses es el tiempo de ejecución del contrato de renovación y puesta en marcha de los equipos.

«De acuerdo al RD 102/2011, la Región no tendría la obligación de realizar medición real del amoniaco. No obstante, se ha considerado conveniente adquirir este equipo debido a la importante presencia de actividad ganadera en la Región», explican las fuentes de Medio Ambiente.

También comentan que está ya adjudicado el contrato para la modernización tecnológica de la estación de medida de la calidad del aire de Alcantarilla, que consiste en la compra de una torre meteorológica, un sistema de adquisición de datos (Data logger), un analizador BTX, un analizador de NOx y un analizador de O3.

Medio Ambiente, además, argumenta que no se miden todos los contaminantes en todas las estaciones fijas porque para proceder a la evaluación de la calidad del aire, el territorio de la Región se divide en zonas que tengan unas características similares geográficas; de las actividades humanas y ambientales que se desarrollan; y la dinámica de contaminantes que condiciona la calidad del aire y el tipo de contaminación predominante. Según estos parámetros se han obtenido seis zonas.

Dicha evaluación, en la que se mide si cumplen o no los valores que marca la normativa europea y nacional actual, se realiza para los siguientes contaminantes: dióxido de azufre (SO2), óxidos de nitrógeno (NOx), partículas (PM10 y PM2.5), plomo (Pb), benceno (C6H6), monóxido de carbono (CO), ozono (O3), arsénico (As), cadmio (Cd), mercurio (Hg), níquel (Ni) e hidrocarburos policíclicos. Si hay una denuncia que hace tiempo llevan realizando los grupos ecologistas es la falta de medición de los valores del ozono en la estación del Valle de Escombreras, el núcleo industrial con mayor relevancia del Mediterráneo.

En Medio Ambiente explican que esta estación está en la misma zona que la de Alumbres. «Son estaciones que están muy próximas y por las características del contaminante ozono, con una medición tenemos el valor representativo para este contaminante de esta zona». Y añaden que el ozono es un contaminante secundario, es decir, que se forma en la atmósfera, por lo que en dos estaciones tan próximas la situación es equivalente.