El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, obliga a la Comunidad Autónoma a adherirse al polémico convenido firmado por su departamento y por el de Sanidad con la patronal Farmaindustria para poder beneficiarse de los créditos del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). Fuentes del Ministerio aseguran que el acuerdo «es absolutamente positivo y muy ventajoso para la sostenibilidad del sistema y la racionalización del gasto farmacéutico público, además de una garantía para el Estado en cuanto al control de dicho gasto». Negaron igualmente que el protocolo establezca ningún tipo de prioridad en el consumo de fármacos de marca frente a los genéricos.

La polémica que provocó el acuerdo con Farmaindustria, que deben suscribir las comunidades autónomas beneficiarias del FLA ha provocado un intenso debate, que obligó a Cristóbal Montoro a comparecer en el Congreso a finales de noviembre para dar explicaciones.

Murcia es una de las comunidades autónomas más dependientes de los créditos del FLA, dado que desde el año 2012 prácticamente ha dejado de acudir al mercado financiero y, además, inició hace varios años un proceso de reconversión de su deuda para convertir los préstamos que tenía con las entidades bancarias en créditos del Fondo de Liquidez, que le garantizan unos intereses más bajos.

La Comunidad Autónoma terminará el año 2017 con una deuda de unos 9.000 millones, que en un 70% corresponde al FLA.

La Consejería de Hacienda sostiene que «el gasto farmacéutico es muy importante y relevante en cuanto al gasto sanitario y de las comunidades autónomas. El Ministerio de Hacienda y el de Sanidad han llegado a un compromiso para controlar ese gasto y que no sea superior al crecimiento del PIB. Nos parece adecuado porque es una medida de control y una herramienta para la sostenibilidad de la Sanidad y de las cuentas públicas de las comunidades», indicaron fuentes del departamento de Andrés Carrillo.

Durante su comparecencia en el Congreso el ministro aseguró que el objetivo del acuerdo es garantizar que, no incrementándose el gasto farmacéutico por encima del crecimiento de la economía, la industria del sector aporte innovación tecnológica, con fármacos «de última generación». Según Montoro, el fin del protocolo es facilitar «la mayor calidad» del fármaco para el paciente sin necesidad de recurrir a otros procedimientos. «Es un protocolo que busca no solo el ahorro sino garantizar la calidad del fármaco», insistió el ministro.

Por ello, apuntó que «no se entiende» que alguna comunidad autónoma «prefiera hacerlo de su propia mano cuando está obligada a controlar la totalidad del gasto y se le está ofreciendo que ese control del gasto vaya en paralelo a que se esté ofreciendo la máxima calidad del fármaco al paciente, que es lo que importa». En cualquier caso, Montoro recordó que la adhesión al FLA es «voluntaria».