En busca del agua. Los cultivos de regadío en la huerta de l'Alacantí crecen pese al severo ciclo de sequía que azota España y que se ceba especialmente con el campo mediterráneo. Y lo hace atrayendo a empresas de Murcia y la Vega Baja que no tienen garantizado el riego en sus zonas originarias. Dos firmas han trasladado este año una parte de su producción hasta Mutxamel y Sant Joan d'Alacant, en Alicante, ante la falta de agua y la disponibilidad que existe en la comarca del caudal de la depuradora de Orgegia, en esta provincia.

El presidente de la Comunidad de Regantes Sindicato de Riegos de la Huerta de Alicante, Francisco Vidal, explica que en los últimos años se ha invertido la tendencia del abandono de tierras y para ello, entre otras medidas, desde su entidad se está facilitando a empresas agrícolas exportadoras de otras comarcas que puedan realizar sus cultivos de hortalizas de invierno en campos de la Huerta de Alicante, aprovechando su benigna climatología en esa época de año y la garantía de caudales aptos para este tipo de cultivo. Gracias a la existencia de estos recursos hídricos y la labor de captación del sindicato, poniendo en contacto a las empresas con dueños de terrenos disponibles y sin cultivar, ha sido posible la llegada de dos empresas hortofrutícolas este año a l'Alacantí.

En un caso se trata de una firma del Campo de Cartagena que ha puesto ya en marcha unas 40 hectáreas en diferentes parcelas de Mutxamel -la mayor parte- y Sant Joan, con plantaciones de brócoli, col y alcachofa, variedades que tienen una buena tolerancia a la conductividad (salinidad) que presenta el agua depurada de Orgegia, que está sobre los 2.600 microsiemens.

Y desde hace semanas otra firma de la Vega Baja está acondicionando una gran parcela de más de 60 hectáreas que llevaba años sin cultivar en la zona de Riodel, frente al polígono industrial del mismo nombre y la CV-800, donde se están plantando ya alcachofa y brócoli. Esta última parcela llevaba años sin ser cultivada, tras abandonarse hace tiempo la explotación de cítricos que allí había. Después de llegar a un acuerdo una empresa oriolana con los dueños para su alquiler, con mediación del Sindicato de Riegos, llevan desde octubre preparando el campo y ya han empezado la plantación de hortalizas. Vidal destaca que en los últimos años se está acelerando este fenómeno, ya que las empresa hortofrutícolas buscan la garantía de tener agua y un buen clima entre otoño y primavera cerca de la costa, y el Sindicato está en condiciones de ofrecer un caudal continuo y de cierta calidad, con el que se pueden regar hortalizas como alcachofas, coles, brócolis, árboles frutales y olivo. En cambio la alta conductividad del agua depurada de Orgegia, que carece de planta de desalinización, impide su uso por ejemplo en almendros o plantaciones de tomates intensivas.

Vidal señala que su comunidad cuenta actualmente con 1.200 hectáreas de regadío en cultivo de las 3.000 con las que cuenta en total, y que actualmente cuentan con margen para seguir aumentando las explotaciones en funcionamiento, con el agua que tienen disponible de Orgegia. Y estima que para cuando puedan usar las aguas depuradas de la depuradora de Sant Joan, cuya obra para elevar su caudal para riego hasta El Pantanet (Mutxamel) la Generalitat prevé que esté finalizada para 2020 (las obras se espera que arranquen en el primer trimestre del año que viene), podrán llegar hasta las 2.500 hectáreas.

Este sindicato recibió en 2016 unos 2.200.000 metros cúbicos de agua depurada de Orgegia, que es su principal fuente de suministro tras el cierre del trasvase Tajo-Segura, del que también reciben aportes cuando se autorizan aportes a la provincia.