Los vuelos de reconocimiento de la Patrulla Águila dejan estampas, tomadas por las cámaras de las personas que van a bordo de los aviones, que nunca se podrían captar con los pies en la tierra. Es lo que ocurre cuando este equipo sobrevuela la Región.

Se puede corroborar en estas instantáneas (más en la web) cedidas a LA OPINIÓN por la patrulla, que cumplía en julio un cuarto de siglo coloreando los cielos de todo el mundo con sus estelas de humo.

Quien conozca la belleza de Cabo de Palos puede apreciarla a pie de arena, pero los pilotos del Ejército del Aire saben cómo se ve desde el cielo el puerto. Las Salinas de Marchamalo (espacio protegido en La Manga del Mar Menor) lucen como si de otro paisaje se tratara cuando se contempla desde arriba, con las carreteras sorteando los alrededores de la laguna salada. De los colores de la enseña nacional decoraban los siete aviones el cielo de La Ribera el pasado 25 de julio, con motivo del día de Santiago. Sombrillas playeras y tejados idénticos se funden en la instantánea, a vista de águila, en Villananitos (Lo Pagán). En La Puntica, el brillo del agua juega a robar protagonismo a lo imponente de los aviones. La Patrulla Águila pertenece al Ejercito del Aire y tiene su sede en la base de San Javier en Murcia. El 12 de octubre, en los actos de La Hispanidad, sobrevoló la Plaza de Lima y el Paseo de la Castellana en Madrid, durante el tradicional desfile. El mes pasado, la patrulla llevó a cabo una exhibición en la vecina provincia de Alicante, con motivo de la Volvo Ocean Race. Hasta la localidad se desplazaron dos cazas de los siete que componen el equipo. No solo sobrevolaron la zona del Puerto, donde llevaron a cabo después sus acrobacias para despedir a los barcos que iban a dar la vuelta al mundo, sino que también se les pudo ver prácticamente por toda la ciudad e hicieron pasadas sobre la isla de Tabarca.