Una finca de más de dos hectáreas de terreno, preparada, equipada y diseñada para la realización de las bodas más exclusivas hace de El Hidalgo el sitio ideal para celebrar un enlace matrimonial. A ello contribuye de forma decisiva la experiencia acumulada a lo largo de varias décadas, pero también su capacidad de adaptarse a los tiempos.

La diversidad de espacios -que permite a cada pareja encontrar el lugar ideal para el estilo de su boda- y la exclusividad y elegancia de sus salones ­-con su acceso, patios y demás instalaciones de uso totalmente independiente unos de otros- se suman a la calidad de su cocina y la atención personalizada de todo su equipo, posibilitando que cada año sean muchas las parejas que eligen sus instalaciones para disfrutar al máximo de un día tan especial.

Su privilegiada ubicación, entre Cartagena y La Manga del Mar Menor, así como su acceso directo desde la autovía, son otros de los atractivos que despiertan el interés de los clientes, que también valoran detalles como la zona infantil y el parking privado.

El Hidalgo también cuenta con diferentes rincones ideales para dar el ´sí, quiero´, como el que este año se ha diseñado especialmente para la celebración de ceremonias al aire libre «entre olivos y algarrobos», como indican desde la empresa. Un espacio compuesto por elementos del campo de Cartagena, sus costas, su puerto y el Mar Menor.

Además de sus dos grandes salones (Loide, de estilo rústico y señorial, con capacidad para 350 comensales, y Altona, moderno y capaz de albergar a 400 personas), ofrece al público el salón Dulcinea, renovado en 2017.

Estos y otros muchos atractivos distinguen a El Hidalgo, cuya filosofía consiste en personalizar todos los detalles para conseguir que cada boda sea única.