El Hospital Virgen de la Arrixaca de El Palmar continúa avanzando en el ámbito de la humanización de la asistencia sanitaria. Para ello ampliará su equipo con dos nuevos fichajes, aunque en este caso los nuevos 'doctores' andan a cuatro patas. Miah y Toy son los nombres de los protagonistas del proyecto 'Dr. Guau' con el que el centro de El Palmar iniciará la terapia asistida con perros con los niños que hay hospitalizados, animales que están especialmente entrenados para seguir las órdenes del equipo médico y de los educadores para mejorar los tratamientos y la recuperación de los pequeños pacientes. La iniciativa, a la que se suma ahora la Arrixaca y que ya han puesto en marcha numerosos hospitales punteros de toda España, surge del equipo de Aulas Hospitalarias, quienes están formándose y preparándolo desde hace años con el único objetivo de avanzar en la atención, tal y como explican Ana Ferrer y Clara Navas, dos de sus responsables.

Estas profesoras, que trabajan en los hospitales de la Región con niños de 3 a 17 años, hacen hincapié en que Miah y Toy no son mascotas o animales de compañía sino que han sido adiestrados y están preparados para trabajar con estos pacientes, animales que acudieron hace unos días a la Arrixaca junto a Miguel Rodríguez Rauch, presidente de Mr.Dogs Asociación de Perros de Terapia y Asistencia de Murcia, para presentarse al equipo directivo del centro.

El proyecto de terapia asistida con perros, que está pendiente de la firma del convenio para iniciarse en los próximos meses, se irá implantando de forma paulatina, por lo que primero se pondrá en marcha la fase jardín en la que se llevará a cabo el contacto entre pacientes crónicos y los perros en el exterior del hospital. De ahí se irá ampliando sucesivamente a la zona del hall, las salas de espera o las consultas.

En la terapia asistida con perros se hacen intervenciones en las que el animal se incorpora como parte del tratamiento con el objetivo de mejorar las condiciones físicas, sociales, emocionales y cognitivas. No se trata de una relación arbitraria del niño con el perro sino de una interacción dirigida con unos objetivos y siempre dirigida por profesionales de la salud o la educación.

En este caso, los perros de terapia suelen trabajar cuatro áreas: física, cognitiva, emocional y social. En la primera de ellas se trabaja con los niños hospitalizados la movilidad (tirar una pelota, pasar por debajo del perro, tirar del animal, abrazarlo...); en el ámbito cognitivo se trabaja la memoria (recordar su tamaño, su color, sus medidas...); en el plano emocional se abordan los sentimientos, ya que son un vehículo para hablar de temas que son importantes para ellos y despiertan sus emociones; y, por último, en el ámbito social se trabaja la motivación para que aprendan a relacionarse con el entorno y trabajar en equipo, según informa Navas.

Trastornos de la conducta alimentaria

Ana Ferrer, responsable del Equipo de Atención Educativa Hospitalaria y Domiciliaria (EAEHD-RM) de la Consejería de Educación, Juventud y Deportes, destaca algunos de los casos en los que podrán trabajar con los niños y jóvenes hospitalizados. «Un pequeño al que le manden que debe ejercitarse con una pelota de espuma apretándola 40 veces para su rehabilitación puede considerar aburrida esta rutina, pero si le decimos que la terapia consiste en lanzarle la pelota a Miah para que se la traiga es muy probable que no lo haga 40 veces sino 100», explica Ferrer. Otra de las áreas con las que se suele trabajar es en los trastornos de la conducta alimentaria, en este caso sería para llevarlo a cabo en el Hospital Reina Sofía de Murcia, donde está la unidad de referencia para este tipo de pacientes. «Con estas chicas se haría el ejercicio de que diesen de comer al perro y así comprobarían el estado de felicidad que genera en el animal el momento de comer, conceptos que irían asimilando como positivos como parte de su tratamiento para superar su anorexia o su bulimia».

Los profesionales que trabajan con estas terapias indican que los perros hacen sentirse bien a los pacientes, les aportan sensación de tranquilidad y relajación y consiguen sacarles una sonrisa en momentos en los que están decaídos. Además, aumentan la interacción social, les incentivan a que practiquen ejercicio, que afloren sus emociones y actúan como canales de comunicación entre el niño y el profesional.

Actualmente son numerosos los centros hospitalarios de España que trabajan con terapias asistidas con perros, entre los que destacan, por ejemplo, el Hospital Sant Joan de Deu de Barcelona, el Gregorio Marañón y el General de Villalba de Madrid, La Fe de Valencia o el Hospital Materno-Infantil Teresa de A Coruña.

El propio gerente del Hospital Virgen de la Arrixaca y del Área I de Salud, Ángel Baeza, reconoce que le gusta el proyecto y que desde la gerencia lo van a apoyar, pero subraya que en un primer momento se iniciará sólo la fase jardín, para ir introduciendo la presencia de estos animales de forma paulatina, comenzando por las zonas exteriores del centro. Baeza recuerda que grandes centros españoles ya están trabajando en este ámbito, lo que supone un respaldo al proyecto que se comenzará a implantar en el Servicio Murciano de Salud. Además, recuerda que «esta terapia no busca la parte lúdica de la presencia de estos animales, sino que son perros entrenados y preparados para participar en la terapia de recuperación de los niños en momentos muy puntuales y siempre que sean requeridos por el equipo sanitario, ya que son ellos los que lideran este proceso».

La terapia asistida con perros puede desarrollarse en distintas áreas sanitarias como son la psiquiatría, neurología, rehabilitación física y mental, oncología y enfermedades crónicas. Con la intervención de los animales se facilita la recuperación de los niños haciendo que superen el trauma hospitalario, mejorando su estado de ánimo. Un programa que humaniza el trabajo que se hace en el hospital y que será evaluado por el equipo de especialistas médicos, psicólogos y educadores.