El Ministerio de Agricultura no ha cerrado la puerta a incluir otros trasvases en el futuro Pacto Nacional del Agua para paliar las necesidades de recursos de las cuencas deficitarias, como la del Segura.

Así lo manifestó ayer la directora general del Agua, Liana Ardiles, durante la reunión que mantuvo con los presidentes de las Mesas del Agua de Alicante, Murcia y Almería y del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo- Segura (Scrats), en el marco de las rondas de contactos con entidades sociales para alcanzar este gran acuerdo.

«La directora nos ha explicado que existe un amplio consenso en una política trasvasista entre las comunidades autónomas; de hecho, sólo Castilla-La Mancha y Aragón se han mostrado en contra», comentó Isidoro Ruiz, que viajó a Madrid en representación de la Mesa de Murcia.

Otro de los puntos destacados de la reunión fue que también había un acuerdo mayoritario en la cesión de derechos de agua entre usuarios, añadió Ruiz, apuntando que «la sequía produce estos efectos».

La directora general les explicó que la intención del Ministerio era tener acabado el Pacto en 2019.

El vicepresidente del Scrats, José Antonio Andújar, reclamó «una mayor velocidad» para cerrar el acuerdo y que se blinde de tal manera que futuros o hipotéticos juegos de la política -como una posible necesidad de votos para investiduras de gobierno- no impidan su ejecución.

Asimismo, pidieron a la directora general que incluya en el Plan el proyecto elaborado por el Sindicato en el que se reclama que entre un 2 y un 4 por ciento del agua que vierten al mar los ríos, pueda llegar, previa interconexión de cuencas, al Levante.

«Con ese agua cubriríamos nuestras necesidades y no restaríamos ni una gota a las que tienen las cuencas cedentes», subrayó Andújar.