España ya pasea por Ifema al ritmo de una de las bandas sonoras más famosas de la historia: la de Harry Potter. El pabellón ya luce como cualquiera de las películas de la saga. Madrid acoge desde este sábado Harry Potter: The Exhibition, que desde su estreno en EE UU ha recibido más de 4 millones de visitantes, a los que ahora se unen los murcianos que ya tienen sus entradas para esta recreación que los alejará de los mundanos ´muggles´.

Desde Chicago hasta Madrid, previa escala, ha viajado el escenario de 16 años de intenso ritmo cinematográfico. Amantes de la saga o gente a la que sólo le gusta, aunque no con tanto entusiasmo como para uniformarse de Hogwarts. La exposición recibe a los que quieran viajar en el expreso más popular del cine, con permiso de Alan Parker y Oliver Stone. Los gemelos Phelps (o hermanos Weasley) se sumaron a la inauguración, tras una adolescencia trabajando entre los objetos hoy expuestos, entre los que es imposible no encontrar olores que les retrotraen a su infancia: «Es un camino de recuerdos».

De izquierda a derecha: Daniela, Raquel y Marta con su entrada para la exposición.

Escenarios siniestros, el gran comedor, vestuario, criaturas mágicas? Una de las murcianas que camina entre todo ello es es Marta Turpín, de 22 años, atraída por «el increíble mundo que hay alrededor del personaje. Es una saga completa», explica, porque «poder ver parte de la esencia de la película es lo que lo hace más especial». Cuando salió el primer libro sólo tenía 2 años. Su hermana Raquel, de 27, que la acompaña, se contagió de su entusiasmo; con 41 años, Ana Martínez mantiene la ilusión de un niño. Esta murciana que espera encontrar un «ambiente mágico» ha proyectado su admiración en un ´arte´: la cocina. Y es que logra hacer galletas con la figura de personajes de la saga; Juanjo Alcázar, de 25 años, llevará a su sobrina Daniela, de ocho, aunque no tiene claro quién de los dos disfrutará más. Son sólo algunos de los murcianos con entrada.

Aunque el mayor número de entradas vendidas son de adultos, esta saga ha logrado enganchar también a las nuevas generaciones y a niños. Es la magia de Harry Potter: mantener intacta la ilusión de aquellos tiempos -que iniciaron a muchos en la lectura- que permite contagiar el entusiasmo a los que vienen, y lograr así un relevo generacional que parece apuntar a la inmortalidad de la historia creada por J.K. Rowling. La misma que incontables editores rechazaron, invitando a la británica a que dejará de intentarlo, hasta que consiguió su oportunidad. Porque su mundo mágico y su personaje es, finalmente, una proyección del camino que le tocó recorrer, para poder afirmar que ´otro mundo´ es posible. Y es que, después de la publicación del primer libro en 1997, se siguen vendiendo, y los maratones de televisión siguen generando audiencia, a pesar de que el tiempo pasa por todos: «Mi película preferida era la primera. Ahora es la séptima, porque cada navidad emiten La Piedra Filosofal y mis amigos me llaman para decirme lo mal que sonaba mi voz», relataba uno de los gemelos Phelps.

Ana Martínez sostiene en las manos algunas de las galletas que crea.