La mitad de las prescripciones que se realizan en la Sanidad murciana de los nuevos anticoagulantes orales sustitutos del Sintrom no siguen las recomendaciones de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios del Ministerio de Sanidad. Así queda reflejado en un estudio realizado por el grupo de trabajo de Medicina Basada en la Evidencia de la Sociedad Murciana de Medicina Familiar y Comunitaria (Smumfyc) que ha sido presentado este fin de semana en su congreso anual y en el que han sido analizadas más de 2.600 prescripciones de tres áreas de salud de la Región de Murcia.

El propio ministerio marcó hace un año en un informe las 'líneas rojas' para poder prescribir los nuevos anticoagulantes, limitando su uso a casos muy puntuales en los que el paciente sufre una reacción alérgica al Sintrom o un mayor sangrado, entre otras, y siempre como segunda opción y siendo visada la prescripción por la propia inspección sanitaria.

Sin embargo, el estudio dado a conocer por la Asociación de Defensa de la Sanidad Pública de la Región de Murcia (ADSP-RM) alerta de que se está haciendo una «mala utilización de los nuevos anticoagulantes en la Región de Murcia», ya que el 47 por ciento de las prescripciones no cumplen las recomendaciones del Ministerio.

En el 36,2 por ciento de los casos se inició el tratamiento directamente con uno de los nuevos medicamentos aunque, según las recomendaciones, éstos deben ser la segunda opción. «Que casi la mitad de las prescripciones de estos nuevos fármacos en la muestra analizada esté en contra de las recomendaciones de uso del Ministerio de Sanidad es extremadamente preocupante y plantea serias dudas sobre los criterios utilizados por el servicio de Inspección Médica al autorizar ciertas prescripciones o la exactitud de la información suministrada por los médicos prescriptores a la Inspección», indican desde la ADSP-RM.

Desde hace un año esta asociación viene denunciando «las facilidades que la Administración regional está dando para la utilización de estos medicamentos», una situación que ya publicó LA OPINIÓN el pasado mes de febrero, y subrayan que «es especialmente llamativa la autorización por parte de la Comisión Regional de Farmacia de su uso desde los Servicios de Urgencias en unas condiciones no ajustadas a las establecidas por el Ministerio de Sanidad (primera elección para la anticoagulación antes de cardioversión eléctrica electiva)».

Problemas renales

Los nuevos anticoagulantes orales son medicamentos que tienen una eficacia y unos riesgos muy semejantes al fármaco de referencia (Sintrom). Producen más hemorragias digestivas, pero menos hemorragias cerebrales. Sin embargo, el doctor Juan Antonio Sánchez, coordinador del grupo de trabajo de Medicina Basada en la Evidencia de Smumfyc, ha explicado a esta Redacción que «aunque en un primer momento se expuso como una de sus ventajas que con su uso los pacientes no precisaban de los controles rutinarios que tienen que hacerse con el Sintrom, lo cierto es que con los nuevos anticoagulantes es imprescindible controlar periódicamente la función renal, ya que las cifras del riñón se ven alteradas y hay que ir ajustando la dosis».

En la Región de Murcia los médicos de familia no pueden prescribir los nuevos anticoagulantes orales, cuya primera prescripción se deja en manos de los especialistas y servicios de urgencias hospitalarios. Sánchez se muestra en desacuerdo con esta medida, ya que considera que los médicos de familia están mejor posicionados para hacer el seguimiento y la prescripción al paciente.

La Asociación de Defensa de la Sanidad Pública señala entre las desventajas del uso de estos anticoagulantes como sustitutos del Sintrom que son casi cuatro veces más caros (300 euros del Sintróm por paciente y año frente a 1.150 euros de los numeros fármacos); además, carecen de antídoto en caso de hemorragia por sobredosificación y los es