Las organizaciones colegiales y sindicales han alertado de la elevada edad de los facultativos que ejercen en la Sanidad murciana y creen que esto supone un riesgo, ya que consideran que no se garantiza el relevo generacional. Según el censo del Colegio Oficial de Médicos de la Región de Murcia, hay 1.967 facultativos (el 28 por ciento del total) que tienen entre 55 y 64 años, lo que supone que el sistema perderá cerca de dos mil profesionales en los próximos diez años.

Algunas comunidades permiten que sus facultativos prolonguen su edad de jubilación más allá de los 65 años, aunque éste no es el caso de Murcia, que fija la edad en los 65 años y no deja prorrogarla hasta los 70 a no ser que se cumplan una serie de requisitos. Entre éstos se encuentra que el facultativo esté inmerso en un proyecto de investigación o docencia, que exista un déficit importante de profesionales de su especialidad o que el propio sanitario no reúna el tiempo de cotización suficiente para jubilarse.

Los hospitales y centros de salud murcianos ya están sufriendo las jubilaciones masivas de sus profesionales, ya que en el último año se ha retirado un número considerable de jefes de servicio o sección que han sido referentes en su especialidad. Entre ellos cabe destacar en el Hospital Virgen de la Arrixaca, por ejemplo, a los doctores Carlos Clavel, exjefe de servicio de Traumatología; Mariano Valdés, exjefe de servicio de Cardiología; Fernando Carballo, exjefe de servicio de Digestivo; Francisco Salinas, exjefe de servicio de Medicina Interna; Javier Martín, exjefe de servicio de Neurología; José Ignacio Ruiz Jiménez, exjefe de servicio de Cirugía Pediátrica; Francisco Botías, exjefe de sección de Medicina Preventiva; o el oncólogo Víctor Pérez Rigal. También en el Complejo Hospitalario de Cartagena (Santa Lucía y Rosell) se han ido algunos 'pesos pesados' como Juan B. Calero, exjefe de servicio de Otorrinolaringología; Miguel Pérez Guillermo, exjefe de Anatomía Patológica; José Aranda, exresponsable de la Unidad de Mama; y José Antonio Pérez, exjefe de servicio de Rehabilitación, entre otros.

La presidenta del Colegio de Médicos de la Región de Murcia, Isabel Montoya, considera que están «perdiendo a grandes profesionales» y se refiere al «escaso» número de plazas que se convocan para hacer la residencia. Según ha explicado a LA OPINIÓN, más de 12.000 médicos se presentaron al último examen MIR para hacerse con una de las 6.000 plazas que se ofertaron, pero quienes no lo consiguieron, otros 6.000 facultativos, se han quedado sin la opción de hacer la especialidad y ponerse a trabajar. Por ello, cree que «éste es uno de los problemas a resolver», junto a la puesta en marcha real del Registro de Profesionales Sanitarios porque sin él no se puede hacer una evaluación sobre las necesidades de plantilla y «se dan palos de ciego».

Montoya también cree que en los últimos años las plantillas se han visto afectadas al no respetarse la tasa de reposición de los profesionales que se jubilaban y, aunque a partir de ahora ya se aplica la reposición del cien por cien, «la reducción de ese personal es un problema que llevamos arrastrando».

Respecto a la reposición de profesionales, el director general de Recursos Humanos del SMS, Pablo Alarcón, indica que «no hay problema porque cuando un jefe de servicio se jubila se cubre su plaza de forma provisional, ya sea mediante una comisión de servicio, interinidad o promoción interna, para después convocarla e incluirla en la tasa de reposición».

Los datos facilitados por el propio Servicio Murciano de Salud (SMS) indican que desde el año 2016 (en el último año y medio) se han jubilado 147 médicos en la Sanidad pública. Entre ellos destacan los médicos de familia, que suponen 44 profesionales, seguidos de pediatras de Atención Primaria (11); cirujanos ortopédicos y traumatológicos (10); otorrinolaringólogos (9); oftalmólogos, ginecólogos y especialistas de medicina interna (8 de cada grupo) y psiquiatras (6), entre otros.

Cesm "No se cumple la política de sustituciones"

El vicepresidente del Sindicato Médico Cesm, Mariano Muñoz, lamenta que en Murcia se obligue a los facultativos a jubilarse a los 65 años «cuando tenemos especialidades deficitarias y las listas de espera de los pacientes no dejan de crecer». Por ello considera «una incongruencia» que las políticas regionales y nacionales no vayan en la misma línea y «no se esté cumpliendo la política de sustituciones del personal, perdiendo un capital muy importante, ya que los profesionales que se marchan tienen una gran experiencia y conocimiento».

Muñoz cree que la pérdida de estos médicos al ritmo que se está produciendo «hará también que se pierda calidad en la asistencia que se presta a los ciudadanos, algo que hay que resolver».