Los ecologistas no ven con buenos ojos la orden de la Consejería de Agricultura por la que se va a permitir la quema de restos agrícolas en la Región.

La Consejería publicó la pasada semana la orden sobre medidas fitosanitarias a adoptar en caso de acumulación de restos vegetales durante todo el ciclo de cultivo y declaraba su quema controlada para evitar la propagación de plagas, reducir su población, mitigar sus efectos o conseguir la erradicación de los organismos nocivos.

Establece como necesaria dentro de la actividad agraria la quema y agiliza el trámite para su ejecución, el cual dependerá directamente de las medidas o exigencias que establezcan las corporaciones locales.

«Con esta Orden Agricultura convierte una medida excepcional, como es la quema por riesgo fitosanitario, en un coladero para dar vía libre a la quema residuos vegetales en explotaciones agrícolas sin ningún tipo de autorización previa o control, y sin la necesidad de justificar individualmente esta medida», explica Pedro Luengo, de Ecologistas en Acción.

Además, este colectivo recuerda que la quema de residuos vegetales, incluso en el caso de que exista riesgo de plagas, está supeditada siempre a que esta práctica no ponga en riesgo el medio ambiente, ni la salud de la población.

Por ello, los ecologistas consideran que Agricultura debería establecer también medidas complementarias de control y seguimiento «para prevenir y evitar posibles episodios de contaminación atmosférica que pongan en riesgo la salud humana».

Sin embargo, lamentan, no sólo que no se dictan estas medidas, sino que la Orden de Agricultura «obvia conscientemente» el hecho de que la quema de restos vegetales en explotaciones agrarias se ha convertido, desde hace tiempo, en un grave problema de contaminación ambiental en algunas comarcas de la región, tal y como han apuntado en diversas ocasiones desde la Dirección General de Calidad Ambiental y la de Salud Pública.

Las quemas provocan densas nubes de humo que alcanzan zonas urbanas, «disparando durante horas los niveles de contaminación por partículas del aire que respira la población», advierten.

El año pasado se concedieron más de 15.000 permisos de quemas agrícolas.

Ecologistas en Acción lamenta que con la Orden aprobada por Agricultura ni se soluciona adecuadamente el problema de la gestión de residuos de podas en la región, ni se asume por parte de la Consejería la responsabilidad que tiene en prevenir y atajar los problemas de contaminación atmosférica generados por las quemas agrícolas.