El ex ministro de Obras Públicas, Transporte y Medio Ambiente, Josep Borrell, ha asegurado hoy que un plan de interconexión de cuencas como el que se propuso en los años 90 no sería hoy "lo más eficiente" porque no tendría financiación europea, ya que hay directivas comunitarias que limitan los trasvases y tienen un plazo de construcción muy alto.

"Aquello fue, no pudo ser por la feroz oposición del PP y probablemente hoy ya no podría ser", ha afirmado Borrell al ser preguntado durante su intervención ante el Foro Nueva Murcia sobre los trasvases como solución para resolver el déficit hídrico de la cuenca del Segura.

El ex ministro, que ha estado acompañado por la presidenta del PSOE y ex ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ha recordado que la UE ha aprobado directivas comunitarias que, "gusten o no", limitan las posibilidades de los trasvases, al tiempo que se hubiera conseguido financiación comunitaria que "hoy no se conseguiría", por lo que estaría "muy comprometida" la viabilidad financiera.

Además, Borrell ha remarcado que las distintas opciones para suministrar agua dependen de los costes de la obra civil y la energía eléctrica para bombera agua trasvasada o producir agua desalada.

El ex ministro del ramo ha pedido "no hacer un problema teológico sino ingeniería" para, teniendo en cuenta la actual "preocupación ambiental", determinar qué opción tiene el menor coste ecológico y ambiental, que "seguramente no sería la misma que en 1990".

Tras incidir en que las desaladoras suministran agua "cuando no hay otra forma más eficiente", Borrell ha emplazado a los agentes implicados a lograr caudales a un "precio y plazo razonable".

"Dejen de buscar soluciones que en su tiempo quizás lo fueron, y si yo no lo hubiera creído no lo hubiera propuesto, pero hoy, con costes, los condicionantes de la UE y el tiempo de construcción no son ya las más eficientes".

El ex ministro ha pedido a los asistentes, entre los que estaba el presidente de la Mesa del Agua y de Croem, José María Albarracín, que imaginen "cómo estarían si no tuvieran esas desaladoras que se construyeron contra viento y marea para sustituir otras soluciones que ya no eran posibles", en referencia a la puesta en marcha del Plan Agua por Narbona en 2004 tras eliminar el trasvase del Ebro.

"En todo caso, el Gobierno central algún plan tendrá para solucionar sus problemas, digo yo", ha ironizado antes de aseverar que el Trasvase Tajo-Segura "no tiene fecha de caducidad, como algunos pretendían, porque el anterior Gobierno socialista se opuso".