El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, subrayó ayer que el Gobierno de España, que es el que tiene competencias en materia hídrica, «no puede estar sometido a la ley de un silencio» que está «dañando y perjudicando» a la Comunitat, por lo que ha instado al ejecutivo a «dar respuesta» a este problema. Puig lleva tiempo esperando la respuesta de la ministra de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, a su petición de reunión para pedirle medidas contra la sequía del Levante.

El jefe del Consell manifestó que todavía no ha recibido una respuesta del Ministerio y remarcó que «es de absoluta emergencia» la situación de sequía. «En estos momentos tenemos graves problemas y hay que darles una respuesta», subrayó.

El presidente valenciano indicó que la falta de recursos hídricos se tiene que abordar «de una manera global» y abogó por la desalinización, la reutilización del agua y la modernización del riego para hacer frente a estas carencias.

Asimismo, ve necesarios aportes del trasvase Tajo-Segura porque hay «una necesidad perentoria» y de que las desaladoras «se pongan al máximo nivel de funcionamiento» para aportar los caudales necesarios.

Por ello, Puig urgió a pensar en «cómo se van a abordar» los próximos meses si continúa el «estrés hídrico» que está sufriendo todo el Levante, especialmente de Alicante.