La Comunidad Autónoma podrá hacer autopsias a través de forenses a los trabajadores que fallezcan por su exposición al amianto. Así se recoge en el convenio que ha suscrito el Servicio Murciano de Salud (SMS) y el Ministerio de Justicia para llevar a cabo una investigación sobre la asbestosis, enfermedad pulmonar originada por el contacto de forma prolongada con el asbesto, más conocido como amianto. En la Región de Murcia se calcula que hay más de dos mil personas afectadas por su exposición al amianto, aunque las asociaciones de pacientes afirman que esta cifra puede llegar a superar los ocho mil.

La Consejería de Salud considera que el estudio de esta patología relacionada con la inhalación de asbesto «es un problema sanitario importante en la Región de Murcia dado el número de empresas que lo han manipulado durante años», tanto en la industria naval de Cartagena como en otros ambientes industriales de la Comunidad. Sustancia que fue prohibida en España en 2002.

Según datos de la Dirección General de Salud Pública del SMS, unos 2.250 pacientes de la Región podrían haber estado expuestos al asbesto en algún momento de su vida laboral, lo que puede suponer un problema de gran repercusión, tanto clínica como laboral y judicial. Por ello, hace varios años se creó una consulta clínica dedicada a estos pacientes en el Hospital del Rosell de Cartagena, ya que el 75 por ciento de los ciudadanos afectados residen en este área de salud. A esto se une que en el año 2014 el Servicio Murciano de Salud hizo un protocolo de actuación para estudiar a los pacientes que hayan estado expuestos al amianto, tal y como se recoge en el convenio suscrito entre el SMS y el Ministerio y publicado en el Boletín Oficial de la Región de Murcia.

La Dirección General de Asistencia Sanitaria ha determinado que la realización de estas autopsias quedará en manos de los forenses y no en los especialistas de Anatomía Patológica. Para ello se ha analizado el ámbito legal sobre si este procedimiento pertenece al ámbito clínico o al médico legal y tras el consenso con el Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Santa Lucía, la dirección de la gerencia del Área II y el Instituto Anatómico Forense de Cartagena ha decidido que serán los forenses los que asuman las autopsias y la toma de muestras para cuantificar las fibras de asbesto en los fallecidos, muestras que se enviarán al Hospital Valld'Hebrón de Barcelona, centro de referencia, por cuenta del SMS.

El director general de Asistencia Sanitaria, Roque Martínez, ha explicado a esta Redacción que el convenio proporciona soporte jurídico a algunas actuaciones que ya se venían desarrollando, ya que las competencias de Justicia las tiene el Ministerio (ya se han enviado muestras de seis pacientes al Valld'Hebrón). Al tiempo que señala que «la asbentosis está considerada enfermedad profesional, ya que además de las consecuencias clínicas hay consecuencias legales de indemnizaciones o declaración de incapacidad para los afectados».

Además, a estos pacientes se les hace un seguimiento en las dos unidades que existen en los hospitales del Rosell y el Virgen de la Arrixaca, ya que muchos de ellos tienen problemas respiratorios como tos, la expulsión de sangre o enfermedades tumorales.

El diputado de Podemos en la Asamblea Regional Andrés Pedreño considera una «anomalía» respecto a otras comunidades que se designe a un forense, «pues en el resto de comunidades autónomas las autopsias se hacen por la vía clínica, es decir, son pedidas y realizadas, con permiso de la familia, en el mismo hospital por su Servicio de Anatomía Patológica».

El propio consejero de Salud, Manuel Villegas, expuso el pasado mes de junio en el Pleno de la Asamblea que con la firma de este convenio, que ha llegado ahora, se permitirá establecer un protocolo para la toma de muestras de tejidos pulmonares de los fallecidos para detectar si murieron por asbestosis, ya que hasta el momento sólo se permitía realizar autopsias a los fallecidos cuando el juez estimaba la petición de las familias, que tenían que llevar aparejado un informe médico que vinculara la muerte con las dolencias vinculadas al amianto, como el cáncer de pulmón o enfisemas. Tal y como señaló, empresas como Navantia, Enfersa o Valeo presentaron un listado con cerca de 3.000 trabajadores que pudieron estar expuestos al amianto durante su actividad laboral, «pero Repsol no ha facilitado la relación de empleados amparándose en que no estuvieron afectados por el asbesto».