Agentes de la Policía Nacional han detenido a cinco ciudadanos españoles, de entre 20 y 40 años, en un operativo en el que se desarticuló una organización presuntamente dedicada a reventar cajeros automáticos con el uso de explosivos. Los cinco presuntamente se dedicaban a traficar con marihuana y hachís a mediana escala, y sus principales rutas eran Murcia, Alicante y Valencia.

Según informó la Policía en un comunicado, los detenidos estudiaban cada uno de los cajeros en los días anteriores y las posibles vías de huida, eran estrictamente rigurosos con las medidas de seguridad y empleaban placas de matrícula falsas cuando asaltaban los cajeros para dificultar la labor de identificación.

Asimismo, los asaltantes requerían de conocimientos «muy técnicos y sofisticados». Para perpetrar los robos, primero forzaban la ranura de salida de efectivo de los cajeros y después introducían un artefacto explosivo. Como elemento iniciador del explosivo utilizaban electricidad suministrada desde una batería, lo que requería «una alta especialización» en el manejo de explosivos.

Los robos se produjeron en la provincia de Alicante. El primero a principios de agosto. Se estima que sustrajeron más de 10.000 euros. Según la Policía, en algunos casos no llegaron a acceder a la caja del dinero, de modo que los delitos quedaron en tentativa.

Cada uno de los supuestos miembros tenía asignada una función dentro de la organización. Tres eran los autores materiales de los robos, si bien, uno se dedicaba en exclusiva a la preparación de los explosivos y otro a estudiar los objetivos y las posibles vías de escape. Los cinco además presuntamente se dedicaban a traficar con marihuana y hachís a mediana escala, y sus principales rutas eran la Región, Alicante y Valencia.

Además, los autores adoptaban una serie de medidas de seguridad lo que implica una «alta profesionalidad»: empleo de diferentes terminales y tarjetas móviles o las múltiples maniobras para detectar la presencia policial.