Los habitantes de la Región notarán los efectos del cambio de hora, pero menos que en otras provincias españolas. Esto se debe, explican los expertos, al ´veroño´ que aún tiene Murcia encima. El cambio de hora aumenta la posibilidad de padecer trastorno afectivo estacional, debido al frío y a la reducción de la luz natural, indican datos de Cigna Salud. Pero, en la Región, la luz seguirá muy presente.

Desde la aseguradora de salud Cigna indicaron, en un comunicado de prensa, que «dado que la llegada del otoño no trajo frío y lluvia, la astenia estacional que se tenía que haber experimentado a finales de septiembre se ha retrasado un mes, juntándose con el cambio de hora».

«El buen clima permitió continuar con la dinámica del verano caracterizada por la socialización, los paseos, las pequeñas escapadas y la ropa fresca», apuntaron desde la citada compañía.

«Ahora, con el cambio de hora, el trastorno afectivo estacional llegará con fuerza, ya que al frío se unirá la reducción de exposición solar, que provoca cambios hormonales en la segregación de serotonina y melatonina, responsables del control biológico y de las emociones. Para sobrellevarlo, habrá que seguir una dieta rica en vitaminas, proteínas y fibra, aumentar el aporte energético y aprovecharse de los alimentos propios de esta estación», desgranan desde Cigna. En la Región, al no haber entrado del todo el frío, se suavizan los efectos.

El cambio de hora se efectúa siempre el último domingo del mes de octubre en el caso del horario de invierno, cuando el reloj se retrasa una hora, y el último domingo del mes de marzo, cuando se adelanta una hora el reloj y comienza el horario de verano.

Esto empezó a generalizarse a partir de 1974, a partir de la primera crisis del petróleo, cuando algunos países decidieron adelantar el reloj para aprovechar mejor la luz del sol y consumir así menos electricidad en iluminación. Se aplica como directiva desde 1981 y ha sido renovada sucesivamente cada cuatro años.

Como cada año, el presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE), José Luis Casero, ha cuestionado los beneficios que provoca el cambio de hora, y ha reclamado «medidas reales» para aprovechar el tiempo. «Necesitamos un acuerdo político global y nacional, necesitamos medidas concretas que ayuden realmente a conciliar», dijo,

Además, lamentó que aún están «esperando» la puesta en marcha de un Pacto Nacional para la conciliación y la racionalización de horario, anunciado en diciembre de 2016 por la ministra de Empleo, Fátima Báñez. «Queremos menos palabras y más hechos», manifestó al respecto.

Las personas mayores son probablemente las más afectadas por el cambio de hora, ya que, según la Sociedad Española del Sueño (SES), pueden llegar a tardar hasta dos semanas en adaptar su sueño al nuevo horario.

Así lo ha indicado el coordinador del grupo de cronobiología de la SES, Javier Albares, que ha señalado que en los niños y las personas mayores el reloj biológico es menos flexible y se adapta peor a los cambios. «Hay un desajuste biológico entre el reloj biológico y el reloj social, que es el que cambia, por lo que nuestro cuerpo necesita unos días para adaptarse», explica Albares. En estos grupos de población más sensibles es normal que los días siguientes al cambio horario noten sueño antes de la hora habitual.