­Un nuevo trazado de más de 23 kilómetros de autovía se abre paso en medio de la comarca del Altiplano para hacer realidad la conexión directa mediante una vía de alta capacidad entre las localidades de Jumilla y Yecla. Con su reciente inauguración por parte del presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras; el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna; y el alcalde de Yecla, Marcos Ortuño, se da cumplimiento a una reivindicación histórica de los vecinos del Altiplano y se avanza en la conclusión de la autovía A-33, que nace en el término municipal de Blanca y culminará en el de Fuente la Higuera, ya dentro de la Comunidad Valenciana.

Esta autovía supone una importante transformación de las comunicaciones viarias en el interior de la Región de Murcia y un paso determinante para conectar directamente el corazón del Altiplano con el resto de la Región y mejorar la movilidad en la zona. Se trata de un acceso más rápido, seguro y fluido a Jumilla y Yecla y ofrece una conectividad en mejores condiciones entre ambas poblaciones.

La autovía entre Jumilla y Yecla es una infraestructura básica en la articulación viaria de la Región de Murcia y también en la mejora de la movilidad en la comarca del Altiplano, que al carecer hasta ahora de una vía de alta capacidad veía muy complicada su conexión con el resto del territorio.

Por un lado, dota a la localidad de Yecla de una conexión directa a la autovía A-33, de la que hasta ahora no disponía. Al mismo tiempo, evita que todo el tráfico que sigue la ruta interior entre la Comunidad Valenciana y Andalucía, cuyo destino no es Jumilla o Yecla, atraviese las ciudades, lo que se traduce en mayor seguridad, menor contaminación y ruido para los vecinos y, por tanto, en una mayor calidad de vida para sus habitantes.

Con ello, se descongestiona el tráfico de la N-344, por la que circulan unos 5.500 vehículos diarios de los que hasta un 23 por ciento son pesados. Además, sus usuarios se benefician de una importante disminución de la circulación en las vías convencionales y se da un notable impulso a la seguridad vial en toda la zona.

Hasta ahora, la conexión entre Jumilla y Yecla se realizaba a través de vías convencionales, como la N-344, que discurren por un trazado que presenta numerosas curvas, pendientes y dificultades para las maniobras en los adelantamientos. A ello se suma el elevado tráfico de vehículos pesados y camiones que realizan numerosos transportes desde las bodegas y los viñedos productores de una parte importante de los vinos más internacionales de la Región.

En clave de futuro, la nueva vía Jumilla-Yecla queda integrada en la autovía A-33, uno de los mayores proyectos de carreteras de nuestra Comunidad en los últimos años, pues contempla la comunicación entre la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana por el interior, desde el municipio de Blanca hasta Fuente de La Higuera, descargando de tráfico la saturada autovía del Mediterráneo A-7.

Con esta infraestructura, culmina un proceso de vertebración de la Región que acerca Yecla a toda una red de comunicaciones, que la conectan no solo con la Comunidad, sino también con España y con Europa, y que va a facilitar aún más el desarrollo de una ciudad y una comarca con un enorme potencial.

Ventajas de la autovía

La nueva autovía Jumilla-Yecla, construida por el Ministerio de Fomento, posee unas características de trazado y de plataforma muy superiores a las vías convencionales. La principal ventaja que presenta es que se ha duplicado la capacidad de la vía, dado que se ha pasado de circular por una vía con un carril por sentido a transitar por una autovía con dos carriles por cada sentido. Esto también influye en los límites de velocidad, ya que los vehículos pueden circular a una velocidad máxima de 120 kilómetros por hora en la nueva autovía, mientras que por la carretera convencional no se pueden superar los 90 kilómetros por hora.

Además de mayor seguridad y comodidad, la nueva autovía supone importantes ahorros de tiempo y consumo de combustible. El nuevo trazado acorta el recorrido en 11 kilómetros y reduce más de 5 litros en combustible para los vehículos pesados. De este modo, el recorrido que antes se hacía en una hora y quince minutos entre Yecla y Murcia, ahora se completa en 45 minutos, lo que supone un ahorro de 30 minutos.

Su apertura ha terminado con las malas comunicaciones de Yecla con el resto de la Región, lo que generaba entre los habitantes un sentimiento de desconexión y aislamiento con la misma.

El nuevo trazado se ha construido en tres tramos para reducir los plazos, y se ha finalizado casi un año antes de lo previsto. La autovía cuenta con dos calzadas de dos carriles de 3,50 metros de ancho, separadas por una mediana de 10 metros, arcenes exteriores de 2,50 metros de ancho, arcén interior de 1 metro y berma interior de 1 metro.

También dispone de tres enlaces: el primero de ellos, con la carretera N-344, para permitir el acceso al núcleo urbano de Jumilla; y los otros dos con la carretera RM-A26, que discurre de forma paralela a la traza. Además, dispone de una conexión provisional con la carretera autonómica RM-424 de Yecla a Pinoso, mientras se construye el enlace definitivo con esa misma carretera, que se incluye en el siguiente tramo de la autovía A-33 y discurre entre Yecla y Caudete (Albacete).