La empresa Nido Robotics comenzó su andadura en febrero de 2016 y se ha convertido en el Emprendedor de julio, premio que cada mes otorga el Instituto de Fomento de la Región de Murcia. Nació en el seno del Centro Europeo de Empresas e Innovación de Cartagena (Ceeic), aunque llevaban más de un año intentando desarrollar sus ideas y algo más de tiempo buscando soluciones a los problemas que la tecnología que querían desarrollar les planteaban.

Roy Petter Torgersen, un noruego afincado en la Región, es el socio fundador de esta empresa de tecnología «cien por cien murciana» que diseña y fabrica drones submarinos para su venta. Pero su actividad no se queda ahí, ya que, «como se trata de una tecnología poco conocida», también prestan servicios directos a los clientes e incluso alquilan los aparatos.

«Los drones tienen un manejo muy básico que incluso niños de 5 a 7 años pueden aprender a manipular en unos minutos», explica Torgersen.

Además de vender los drones terminados, Nido Robotics pone al alcance de todo el mundo sus componentes, que, en la mayoría de los casos son demandados por clientes de fuera de España. «Nos llegan pedidos de Alemania, Dinamarca, Italia... E incluso hemos recibido una petición de reparación de un robot americano», comenta su fundador.

Su gran baza es que «somos muy baratos», porque han sido capaces de aplicar los avances que se han producido en el último lustro en tecnologías como la telefonía móvil, que les ha permitido reducir los costes de los sensores, controladores y chips. Junto a ello, se han beneficiado del desarrollo de software de código abierto, de investigaciones ya hechas.

«Y si nosotros dejáramos de existir, nuestra tecnología seguiría ahí, y cualquier empresa se podría beneficiar de nuestro trabajo», apunta.

El objetivo principal de Nido Robotics es que en cinco o diez años «Murcia en particular y España se sitúen en el mapa mundial de la robótica en general, no solo en la acuática».

Actualmente, 10 personas trabajan en esta empresa, «más o menos fijos», y en poco tiempo tendrán a cuatro becarios llegados del IES Politécnico de Cartagena. «No es muy difícil que puedan llegar a quedarse contratados», concluye Torgersen.