El apellido Matesanz está ligado a la mayor aportación que ha hecho España al ámbito sanitario: nuestro sistema de trasplantes. Copiado y alabado en todo el mundo, el trabajo de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) es una muestra de cómo la solidaridad, ligada a la colaboración entre profesionales y a una buena organización, puede salvar miles y miles de vidas. Hace 28 años que nació la ONT gracias al empeño de Rafael Matesanz, nefrólogo que hace unos meses cedió el testigo a Beatriz Domínguez-Gil para mirar, ya desde la barrera de la jubilación, cómo avanza su mayor logro. El próximo martes estará en la Región invitado por la Real Academia de Medicina y Cirugía de Murcia, de la que pasará a formar parte como Académico de Honor.

Está considerado el ‘padre’ del sistema de donación y trasplantes español, copiado en todo el mundo. ¿Cómo se lleva esa responsabilidad?

Ya han pasado casi tres décadas desde que empezamos y lo cierto es que ha sido una historia de éxito, aunque no ha sido fácil. En los inicios se pusieron en marcha una serie de medidas con unos muy buenos resultados que han conllevado un crecimiento exponencial. Es la única parte de la Sanidad que no se puede hacer sin contar directamente con la sociedad. Se pueden hacer más operaciones de cirugía cardíaca abriendo más quirófanos y contratando más cirujanos, pero en los trasplantes no se trata de invertir más dinero, sino de contar con los ciudadanos. Hay países con mucha inversión pero que no tienen un sistema adecuado de trasplantes porque no han conseguido llegar a la sociedad.

¿Qué ha aportado la ONT al sistema sanitario en estos 28 años?

Se ha convertido en un pilar fundamental, un estandarte de la Sanidad española. Si por algo es conocida la Sanidad española en los cinco continentes es por esto. La ONT es una marca reconocida en todo el mundo pero, sobre todo, es un elemento de cohesión de todo el Sistema Nacional de Salud muy importante. De los 4.800 trasplantes de órganos que se hicieron el año pasado más de mil operaciones se hicieron con órganos procedentes de una comunidad autónoma distinta de donde se trasplantaron. Una cuarta parte de los órganos pasan de una comunidad a otra para trasplantarse, lo que aporta cohesión a todo el sistema.

Usted está fuera de la ONT desde el pasado mes de mayo, cuando le sustituyó en el cargo Beatriz Domínguez-Gil. ¿Está el sistema en buenas manos?

Es una satisfacción que sea ella la que me haya sucedido porque ha formado parte del equipo y es una excelente profesional, eso garantiza una continuidad en el sistema. Pero sí le dije que para este puesto hay que tener mano firme, pero también mano izquierda para ser diplomático a todos los niveles. Eso hará que el sistema funcione y siga creciendo, ya que este año esperamos superar la cifra del pasado, que ya fue estratosférica llegando a los 43,8 donantes por millón, y éste esperamos superar los 45.

Durante los años que ha dirigido la Organización Nacional de Trasplantes ha sobrevivido a 16 ministros de Sanidad. ¿Cómo se hace esto?

(Risas) Ha sido muy difícil, pero también la continuidad es la clave del éxito. Creo que no hay ninguna empresa que consiga sobrevivir con una tasa de recambio de esta categoría. Dieciséis ministros en 28 años no llega ni a dos años por ministro. Por eso creo que una de las claves por las que ha funcionado la ONT ha sido esa continuidad que no suele ser habitual, pero que sigue garantizada. El funcionar en clave profesional y no en clave política.

¿Y en este tiempo no le han tentado nunca para entrar en el Gobierno?

No, no, no. Yo siempre me he mantenido en un plano profesional y, para ser ministro, hay que ser político. Si no eres político y tienes peso en el partido que esté gobernando en ese momento, la capacidad que tienes para gestionar es muy limitada.

Mencionaba el tema de lo importante que es llegar a la sociedad. En su caso ha estado más de un cuarto de siglo liderando el ranking de la solidaridad en España...

Esta solidaridad también la hemos exportado y por ello los países que se acercan a nosotros son los que han copiado nuestro modelo. Croacia, por ejemplo, es uno de ellos, así como Portugal, Bélgica, Italia o Francia, y otros de América Latina. Pero es cierto que España ha cambiado por completo la forma de donar de todo el mundo.

¿Cuál es la fórmula para lograr estos resultados?

La clave del sistema español es su modelo organizativo, su modelo de gestión de recursos humanos, de información y de coordinar a las comunidades autónomas para que todas hayamos ido de la mano. Eso es la base, pero hay algo que es fundamental y que es la innovación. Lo que hacemos ahora no tiene nada que ver, no con lo que hacíamos hace 25 años, sino ni tan siquiera con lo que hacíamos hace diez. Los programas más exitosos de este momento los hemos introducido en la última década y eso ha sido posible gracias a la innovación, a ir probando cosas y quedarnos con lo que mejor funcionaba.

Dentro del liderazgo de España, Murcia tiene un papel destacado con el Hospital Virgen de la Arrixaca, que ha sido por tercer año consecutivo el centro con más donaciones del país. El pasado año llegamos a 52 donaciones por millón de habitantes, nueve puntos por encima de la media nacional...

Murcia es un ejemplo de que cada uno, cada territorio, aporta aquello en lo que es pionero. En su momento el programa del profesor Parrilla (jefe de Cirugía General de la Arrixaca) sirvió para algo que fue muy importante como acabar con la bipolaridad Madrid-Barcelona en una época como los años 80, cuando eso no era tan sencillo. Fue uno de los programas pioneros de trasplante hepático y se ha mantenido así a lo largo de los años, como centro de referencia para pacientes de muchas comunidades. El programa de trasplante de médula es igual, muy potente, y el rigor de los hematólogos murcianos es fundamental, tanto en la Arrixaca como en el Morales Meseguer. Y en la donación de órganos la Arrixaca es el hospital con más número de donantes. También ha influido la introducción del programa de donación en parada cardíaca, que es lo que le está haciendo crecer.

¿Qué proyectos destacaría?

El equipo cardíaco de Murcia está también en estos momentos investigando un aspecto que es muy novedoso y que es la donación cardíaca a corazón parado. A corazón parado se están obteniendo hígados, riñones o pulmones, pero obtener así corazones sólo se está haciendo en un par de países en el mundo. Queremos introducirlo en España y en Murcia se están haciendo investigaciones muy importantes en este campo. O, por ejemplo, se está colaborando en la investigación de los xenotrasplantes con Juan Carlos Izpisua para conseguir órganos en ‘incubadoras porcinas’. Es mucho lo que aporta Murcia al sistema de trasplantes y esa es una de las razones por las que para mí es un honor acceder al título de académico por Murcia.

Precisamente, hace unas semanas urólogos de la Arrixaca ‘tutelaban’ en el Hospital de Albacete el primer trasplante de riñón entre vivos en un centro manchego, una intervención que se realiza en Murcia desde 2002. ¿Hay equilibrio entre los servicios que se prestan en las comunidades?

Ha sido un gran acierto. En este caso se ha hecho lo correcto buscando apoyo en el equipo de la Arrixaca. Hoy tenemos los máximos niveles de calidad en las 17 comunidades y si en alguna falta una técnica se hace en otra. En Murcia, por ejemplo, no se hacen trasplantes pulmonares porque no tiene población para tener un programa propio, pero la gente se trasplanta en Valencia. La complementariedad está en nuestro sistema porque no podemos tener todos los programas de trasplantes en cada una de las comunidades. Y este espíritu de colaboración es una de las fortalezas del sistema.

¿Cómo se hace para gestionar una lista de trasplantes en 17 comunidades autónomas?

Hay una cultura de la colaboración. Nosotros a principios de año reunimos a los equipos, analizamos lo que ha ocurrido el año anterior y discutimos las normas de distribución de los órganos. Y, una vez que todos están de acuerdo, la ONT es la garante de que eso se lleva a cabo. La norma de distribución de órganos no se discute, se aplica.

¿Ha peligrado alguna vez el sistema de trasplantes?

Más de una vez y más de dos. El sistema estuvo seriamente comprometido con la crisis, una época de carencias importantes de presupuestos y personal. Otros países vieron un descenso en picado de donación y nosotros, afortunadamente, tomamos medidas y terminamos la crisis trasplantando mil pacientes más que cuando comenzó. Y después también con algún ministro. Pero esto es mejor no recordarlo y pensar que el sistema funciona y se ha conservado.