El Auditorio de Cabezo de Torres fue escenario ayer por la mañana de una reunión en la que participaron representantes de las bandas de música de la Región, que esta semana alertaban de que se hallaban al borde del cierre por una inspección de trabajo. Sólo cien de los 300 profesores de estos colectivos están dados de alta. Regularizarlos a todos supondría unos altos costes.

«Vamos a intentar lograr la regularización, pero a ver si se nos ayuda a hacerla lo mejor posible», explicó a LA OPINIÓN la presidenta de la Federación de Bandas de Música de la Región de Murcia, Ginesa Zamora, al término del encuentro en la citada pedanía.

Zamora, que valoró la asistencia «alta» a la reunión, recordó que sus colectivos son asociaciones sin ánimo de lucro. «Nuestra realidad es muy compleja», insistió al respecto. Respecto a la regularización que se les exige desde el Ministerio, hizo hincapié en la necesidad de «poder hacerla sin tener que dejar de ser nosotros».

La presidenta puso el acento en el elevado coste económico que implicaría cumplir con lo que pide el Ministerio, y es que «no tenemos capacidad, hoy por hoy, para responder». Aunque valoró la importancia de los derechos y obligaciones fiscales de las bandas y sus componentes, matizó que responderán «poco a poco».

En este sentido, Zamora aludió a que «la Seguridad Social de la gente, por ejemplo, tiene unos costes que son muy difíciles de asumir». Por este motivo, desde las bandas solicitan ayudas económicas por parte del Ejecutivo.

«Antes de que llegara la crisis, había subvenciones a escuelas, para realizar actividades o para comprar instrumentos», rememoró Zamora. Con la llegada de la desaceleración a España, estas ayudas económicas se cortaron.

Preguntada por si van a mantener en breve un encuentro con responsables de la Consejería de Cultura, Zamora apuntó que están a la espera de que técnicos de este departamento contacten con la Federación. Aunque la competencia última es del Ministerio (que anuncia una inspección de trabajo para este tipo de formaciones), las bandas apuestan por un cauce de diálogo con la Consejería, con el fin de poder esclarecer qué va a pasar con ellas.