Un estudio realizado por investigadores del Imida dio la alarma hace dos semanas: el Mar Menor está aislándose del Mediterráneo. Esta advertencia ha llevado al Gobierno regional a pedir a los científicos del Comité de Asesoramiento sobre la laguna que planifiquen medidas y acciones «urgentes» para que haya una mayor comunicación entre ambos mares. El objetivo es evitar que este emblemático ecosistema «se colapse, se quede aislado y sea un conjunto de agua estancada».

Fue el consejero de Turismo, Cultura y Medio Ambiente, Javier Celdrán, el encargado de hacer este encargo al Comité, que se reunió ayer en Los Alcázares. La falta de comunicación entre ambos mares por la zona norte, en la gola de Las Encañizadas de San Pedro del Pinatar, está afectando negativamente la recuperación, indicó Celdrán, y «creemos que debe haber intercambio de agua para que se regenere» la laguna, precisó.

La pérdida de calado y anchura del canal en esta zona del Parque Natural de Las Salinas se ha debido, según explicó en su día el investigador del Imida (Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario) Manuel Erena, al aporte de arena tras las lluvias torrenciales ocurridas en diciembre del pasado año

Como consecuencia de estos arrastres, en un año la entrada del agua se ha reducido a la mitad, ya que en 2016 la gola tenía una anchura de 240 metros y ahora es de 120. Además, la profundidad ha disminuido de 70 centímetros a los 25 actuales.

La más monitorizada

El consejero comentó que actualmente, en el Mar Menor se llevan a cabo numerosos trabajos de investigación y muestreo, que hacen que «posiblemente sea la masa de agua más controlada y monitorizada de toda Europa»

Con los datos con los que cuentan los científicos, el grupo de trabajo, utilizando técnicas de simulación hidrodinámica, deberá proponer medidas sostenibles que permitan el intercambio de agua.

«Queremos evitar que el aislamiento del Mar Menor lleve a una situación de estancamiento de las aguas como se está produciendo», aseguró Celdrán, quien apuntó que «son los científicos los que nos tienen que indicar lo más adecuados con las simulaciones que realicen con los datos disponibles».

La Manga del Mar Menor está interrumpida en cinco puntos de su trazado longitudinal por canales o golas que comunican las aguas de la laguna salada con las del Mediterráneo.

Dos de ellas, la de la Torre y la del Ventorrillo (en Las Encañizadas), son pasos naturales; mientras que las otras tres (Marchamalo, el Estacio y El Charco), fueron creadas total o parcialmente de forma artificial y para cruzarlas se recurrió a la construcción de puentes que salvan la continuidad de la carretera.