La existencia de una fuente de aguas subterráneas «no conocida» con recursos «abundantes y aprovechables» en los niveles profundos de la cuenca del río Segura «en ningún caso es técnicamente razonable suponer que pueda existir», según aseguran en un escrito 25 destacados hidrogeólogos.

Lo apuntan en su ´Carta abierta a Greenpeace España´ en relación con su informe 'La trama del agua en la cuenca del Segura, diez años después´ y suscrita por doctores investigadores, catedráticos y profesores de universidad, entre ellos el experto en hidrogeología de la Universidad Complutense, de Madrid, Ramón Llamas.

En el escrito, recuerdan que la existencia y características de los acuíferos de la cuenca son «conocidas desde antiguo» y que desde el punto de vista de las disponibilidades hídricas, «la captación de las aguas conduciría a un rápido agotamiento dada su nula tasa de renovación·.

Además, critican que en el documento de la ONG ecologista presentado en Toledo el pasado agosto «se cuestiona gravemente, entre otras cosas, el conocimiento científico hidrogeológico existente en el territorio», algo que los investigadores considera como una «descalificación».

Entre otras cuestiones el informe de Greenpeace sostiene, según se apuntó en la presentación, que la Región de Murcia «puede ser perfectamente autosuficiente» con el agua subterránea que «oculta» el Plan Hidrológico del Segura, lo que permitiría «desenganchar» a esta cuenca del trasvase Tajo-Segura en tres años.

Los firmantes de la carta argumentan que las aguas subterráneas se vienen empleando tradicionalmente y estudiando de forma sistemática y científica en la cuenca del Segura y que la existencia de posibles niveles permeables inferiores o profundos no catalogados es conocida desde antiguo.

«La experiencia existente permite afirmar que son aguas en general no renovables o con muy baja tasa de renovación, a muy grandes profundidades y con condiciones de calidad deficientes por su elevada salinidad», sentencian.

Estos investigadores argumentan además que un flujo subterráneo de recursos hídricos renovables de la cuenca del Segura hasta el mar, «no resulta hidrológicamente posible en esta demarcación, debido a la intensa compartimentación tectónica que se da en la demarcación del Segura».

No obstante, los especialistas añaden que las descargas subterráneas al mar, descritas como un derroche deliberado en el informe de Greenpeace, existen de forma «puntual o difusa, desde algunos acuíferos costeros, y han sido evaluadas en magnitudes muy inferiores a las apuntadas en el informe».

Los hidrogeólogos explican que con esta misiva su intención es clarificar conceptos ante la opinión pública y prevenir «la confusión social» basada en «falsedades pseudocientíficas».