Tal y como demuestra el estudio impulsado por la Universidad de Murcia, el concepto de ‘alimento natural’ puede resultar confuso. El decano del colegio de dietistas-nutricionistas de la Región de Murcia, Luis Hidalgo, resuelve las dudas y aconseja qué hacer para evitar los alimentos procesados en nuestra dieta.

¿Ha notado en los últimos años mayor preocupación por los alimentos naturales?

Sí, ha habido un punto de inflexión. Se nota mucho más. Por Internet se comparten mucho más estilos saludables de vida y hay más concienciación por su relación con las enfermedades.

¿Cree que los consumidores tienen una buena percepción de lo que és un alimento natural?

En cierta parte. La OMS dejó claro que un alimento natural es aquel que no está procesado, que no altera en nada sus carecterísticas originales. Aciertan en que no debe llevar conservantes, colorantes o aditivos, pero tienden a confundirlo con lo sano. Un pan casero, por ejemplo, está procesado, y no es perjudicial.

¿Es tan importante la naturalidad de los alimentos?

Es cierto que la alimentacion lleva más conservantes y en ocasiones se usan malos pesticidas. Algo contra lo que luchamos y que es responsabilidad de las empresas alimentarias. Pero cabe recordar que procesados los productos vienen de forma más sana y segura, vienen curados. Es cierto que la comida ahora es menos natural, pero es más segura.

¿Qué consejos le daría a quien trata de incluir en su dieta estos productos?

Que un producto sea completamente natural es complicado, pero los hay ligeramente procesados, como algunas verduras congeladas, o procesados, a los que a lo mejor les han añadido un toque de sal. Luego están los ultraprocesados, que los hacen para que sepan mejor y duren más, como las comidas ya cocinadas. Habría que evitarlas y procesar uno mismo en casa, envansando al vacío, por ejemplo. Es fundamental tener una buena planificacion semanal de las comidas, ir cocinando y congelando uno mismo. Además, comprar alimentos locales y consumir frutas y verduras de temporada.

¿Las empresas engañan al consumidor?

En ocasiones sí, suelen poner imagenes de zanahorias o patatas a productos claramente ultraprocesados. Quieren pretender que lo que venden es muy natural y no lo es. Distorsionan y juegan un poco con el concepto, independientemente de que los ingredientes que usen de primeras sí sean naturales.

¿Circulan muchas mentiras sobre este tipo de alimentación?

Sí, sobre todo con los productos ‘milagrosos’. Por ejemplo, en el caso de la quinoa, su precio ha aumentado mucho desde que salió en 2010, y eso que ahora su produccion es mucho mayor. Es cierto que tiene alto contenido en fibra, pero trampoco es milagroso como lo venden. Las empresas saben hacer bien las campañas para vender sus productos, como hicieron con el pomelo o el agua con limón. La quinoa no es más sana que el arroz. La gente tiende a pensar que lo sano es lo que tiene menos calorías y no es así. Un tocino puede ser igual de sano que un pimiento, aunque las calorías del tocino sean superiores y se deba tomar con menos frecuencia.