Los alimentos naturales, orgánicos y sanos están de moda. La sociedad está cada vez más concienciada sobre la importancia de una dieta equilibrada para prevenir riesgos en la salud y las redes sociales se han encargado de imponer un modelo de alimentación saludable en el que reinan los denominados superalimentos, como la quinoa o el aguacate.

Los consumidores quieren alimentos naturales, pero, ¿saben qué implica? A esta pregunta trata de responder la Universidad de Murcia con un estudio elaborado en colaboración con el Grupo Hero y la Escuela Politécnica Federal (ETH) de Suiza.

El trabajo, publicado en la revista Trends in Food Science and Technology, muestra que la percepción de la naturalidad por parte de la sociedad se centra más en la falta de cualidades negativas -aditivos, por ejemplo- que en la presencia de cualidades positivas; y concluye que los consumidores perciben un alimento como ´saludable´ en función de quince cualidades que los investigadores agruparon en tres categorías: origen de los alimentos, proceso de elaboración y producto final.

La primera, que hace referencia al origen de las materias primas e ingredientes, se centra en cómo los alimentos se cultivan y muestra que los clientes ven como positivas la agricultura orgánica y la producción local.

La segunda categoría se refiere al procesamiento de alimentos tras la cosecha. En cuanto a los ingredientes, los consumidores parecen dar más importancia a la ausencia de ciertos elementos negativos, principalmente aditivos pero también conservantes, colores y sabores artificiales, productos químicos, hormonas, plaguicidas y organismos modificados genéticamente. También valoran que los productos estén lo menos procesados posible, e incluso destacan que sean parecidos a los alimentos caseros. Asimismo, el uso de métodos tradicionales de producción de alimentos se percibe como preservar el estado natural de la comida.

Por último, se tiene en cuenta el producto final que los consumidores compran y comen. Las propiedades a menudo atribuidas a los alimentos naturales son su sabor, frescura y respeto al medio ambiente.

Así, se ha observado que para la mayoría de los consumidores, la naturalidad de los alimentos es importante, sin embargo la definición de naturalidad varía según los diferentes países y regiones, e incluso entre segmentos de población, ya que las mujeres y las personas mayores conceden mayor importancia a la naturalidad que los hombres y los jóvenes. Por tanto, la naturalidad queda abierta a múltiples interpretaciones, creando la confusión observada en el estudio.

Esta es la principal conclusión del análisis realizado por Sergio Román, profesor de marketing de la Universidad de Murcia, Luisma Sánchez-Siles, director del Instituto de Nutrición Infantil del Grupo Hero, y Michael Siegrist, del ETH Zúrich, tras una amplia revisión de la literatura sobre la percepción de la naturalidad de los alimentos.

Concretamente, llevaron a cabo una revisión sistemática del contenido de más de mil estudios de investigación publicados, incluyendo al final 72 estudios sobre más de 85.000 consumidores procedentes de 32 países y cuatro continentes (Europa, Asia, América y Oceanía).

«La gente se aproxima bastante a lo que técnicamente es un producto natural, aunque en algunas cosas no es tan así. Por ejemplo, perciben que un producto cuanto más local, más natural. No tiene por qué ser asi. Si lo tranportas en poco tiempo, sin congelar y sin alterar, es igual de válido», explicó Sergio Román, quién añadió que «este estudio ha sido importante para la UMU porque ha colaborado con una universidad puntera y sobre todo con una empresa privada, algo que no se ve todos los días».

Por otro lado, Luisma Sánchez-Siles se interesó en el trabajo desde el punto de vista de las empresas alimentarias. «El objetivo era profundizar en lo que los consumidores entendían por natural, para cumplir con nuestra misión de la mejor manera posible. Si bien las cualidades y categorías obtenidas no son nuevas, sí nos ayudan a una mejor comprensión del concepto de naturalidad al que las empresas podemos ajustarnos», explicó.