La ciudad de Elche amanecía consternada por la trágica noticia del fallecimiento de cuatro ilicitanos en el accidente de tráfico de Sangonera. En el siniestro murieron cinco personas: el quinto fallecido es un murciano de 39 años, que viajaba en otro coche. Los investigadores tuvieron que dar la trágica noticia a sus padres, los dos de 70 años y residentes en Mazarrón.

Los cuatro ilicitanos fallecidos pertenecen a la misma familia. Se trata de José Vicente Maciá Segarra, de 56 años; su hija Elena Maciá Belmonte, de 14 años; su cuñada Josefa Belmonte Márquez, de 48 años; y su sobrina Laura Fabra Belmonte, de 16 años. La mujer de José Vicente Maciá también resultó herida en el siniestro. Al parecer, la familia venía de pasar los últimos días en la zona de Almería, junto a otros amigos. Los coches viajaban en ´caravana´.

La familia, al parecer, está vinculada al barrio de La Zapatillera de Elche. Además, José Vicente Maciá jugó en su día, entre otros equipos, en el Ilicitano, a las órdenes de Carlos Maciá Bonet; Torrellano, Aspe, Almoradí y Santa Pola. Había sido, además, entrenador del Torrellano en Segunda Regional, de un cadete del Santa Pola y a un equipo infantil del Elche. De hecho, en el Elche infantil dirigió al hoy jugador del Atlético de Madrid Saúl Ñíguez. En la actualidad, se había retirado de la primera línea deportiva y trabajaba como autónomo de pintor. Durante 25 años, fue socio de Paco Peral, extécnico del Elche que ahora es ojeador de un equipo de la liga inglesa.

Con la piel erizada y las lagrimas a punto de brotar en los ojos. Así se mostraban ayer amigos, vecinos, conocidos y pequeños empresarios del barrio de La Zapatillera de Elche, donde estaban afincados los cuatro miembros de esta misma familia. Dos trabajadoras de una pizzería señalaban que ayer por la mañana no tenían otra conversación con clientes y proveedores tras enterarse que los fallecidos eran del propio barrio. «Veíamos pasar a las hermanas, que siempre iban juntas», indican, al tiempo que ni quieren imaginarse cómo estarán los familiares directos tras enterarse de luctuoso suceso.

«Iban en un Seat Toledo y el coche lo conducía la exmujer», apuntaba otra trabajadora de un negocio cercano a las residencias de los dos adultos fallecidos, familias que vivían a pocos metros uno de otro. «He podido hablar con el marido de Fini, con Ángel, y estaba muy afectado», agregaba esta empleada que no tiene más que palabras para ensalzar lo amables y agradables que son los integrantes de ambas familias.

Algunos vecinos y conocidos se acercaron ayer a los domicilios, incluso vestidos ya de negro, para acompañar a las familias, las cuales, a mediodía se desplazaron al tanatorio de Carrus donde estaba previsto que llegaran los restos mortales tras las oportunas diligencias judiciales en Murcia. Otros también se acercaron para conocer si se había colocado la tradicional esquela en los portales y conocer así el tanatorio donde poder acompañar a los familiares.

El sepelio es hoy, a las 13.30 horas, en el tanatorio de Carrus.

«Estamos consternados. Son muy buena gente. José Vicente es un fenómeno, un diez como persona», manifestaban muy dolidos desde una charcutería de la que los afectados son clientes. «Hasta se nos ha puesto a llorar un cliente cuando se ha enterado aquí de que eran ellos», expresaban.