El Gobierno regional busca fórmulas alternativas para financiar el desdoblamiento de las carreteras de Mazarrón al Puerto de Mazarrón y de Venta del Olivo a Venta Cavila, que conectará la autovía de Madrid con la comarca del Noroeste, a través de Calasparra, Cehegín y Caravaca. La Consejería de Fomento ha encargado un estudio para averiguar cuáles son las alternativas a las que puede recurrir para evitar que estas inversiones, que suman unos 200 millones de euros, computen a la hora de determinar el déficit de la Comunidad Autónoma.

Fuentes de la Consejería han asegurado que este departamento está a la espera de que acabe la redacción de un estudio que identifique cuál es el mejor mecanismo de financiación de colaboración público-privada.

La Comunidad Autónoma ya había utilizado este tipo de alternativas durante los primeros años del mandato de Ramón Luis Valcárcel como presidente de la Comunidad, cuando todavía coleaban los efectos de la crisis de principios de los años 90.

Las dos carreteras que el Gobierno pretende financiar con recursos privados llevan mucho tiempo en proyecto, pero se quedaron en el tintero cuando llegó la crisis económica en 2007. «En un escenario de limitaciones presupuestarias, consideramos que la única alternativa viable pasa por la colaboración público-privada, que además de no impactar negativamente en las cuentas públicas, no altera la titularidad pública de las infraestructuras», indica la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de infraestructuras (Seopan).

El consejero de Fomento, Pedro Rivera, que ha mantenido un encuentro con el presidente de la patronal nacional de la construcción Seopan, Julián Núñez, también considera de vital importancia para la Región la construcción de los llamados Arco Norte y Noroeste de Murcia, cuya función será aliviar el tráfico que sostienen la A-7 y la A-30 a la entrada de la capital.

La primera desviará el tráfico a la autovía de Madrid a la altura de los centros comerciales de la zona norte de Murcia, mientras que el Arco Noroeste partirá desde la autovía del Noroeste para conectar en Archena con la A-30. De esta forma, evitará el paso por la circunvalación de Murcia a los vehículos procedentes de Andalucía por la A-7 y por la autovía del Noroeste.

El consejero de Fomento y el presidente de Seopan coinciden en que estas obras reúnen las condiciones para ser incluidas en el Plan Extraordinario de Inversión en Carreteras (PIC), que conllevará contratos por 5.000 millones en los próximos cuatro años. Seopan apunta que eliminarán «cuellos de botella de la red, aumentarán la capacidad en autovías muy cercanas a la capital y en el principal nudo viario de la Región, con niveles de servicio próximos a la saturación y con colapsos a ciertas horas del día».