El sector inmobiliario es el primero que está acusando los efectos de la desconexión de Reino Unidos, según recoge el informe del Comité Carm-Brexit que ayer se reunió por cuarta vez para analizar las consecuencias que la salida de Reino Unido de la Unión Europea tendrá en la economía regional. Los residentes británicos han sido hasta ahora los extranjeros que más viviendas compraban en la Región, por lo que se prevé un impacto más acusado. El descenso en la compra de casas por parte de los británicos en el año 2016 se cifra en el 7,74%. No obstante, el número de viviendas adquiridas por los extranjeros aumentó en 2016, debido a la demanda creciente de residentes de otros países

El presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios (Apirm), José Hernández, admitía el pasado mes de junio que la compra de viviendas por parte de los británicos había bajado, aunque no creía que este descenso pueda atribuirse al Brexit. A su juicio, el retroceso se debe a que los residentes procedentes de Reino Unido buscan «una vivienda que no supere los 60.000 euros», disponibles solo en urbanizaciones en manos de la Sareb, porque la mayor parte de las urbanizaciones con casas en venta superan los precios que ellos están dispuestos a pagar .

Los residentes procedentes de Gran Bretaña compraron el pasado año casi la mitad de las casas adquiridas por los extranjeros en la Región (1.064). En el segundo puesto aparecen los inmigrantes marroquíes, con 279 viviendas adquiridas, aunque el presidente de Apirm aclaró que ellos no compran viviendas de segunda residencia, sino las casas que son ocupadas por familias afincadas en la Región.

El tercer puesto lo ocupan los belgas (116), seguidos de los alemanes (75), franceses (65), suecos (54), holandeses (43), rumanos (41) y noruegos (35).