Sectas de todo tipo operan en la Región. Así lo afirma Javier Arries, físico, escritor y experto en la fenomenología, quien añade que la mayoría de autores coinciden en que es en el Levante donde se concentra la mayoría de los grupos vinculados a cultos satánicos o luciferinos. «La Comunidad Valenciana es el centro neurálgico donde se concentran la mayoría de estos grupos, pero la vecina Murcia le sigue a la zaga».

En 2007 la entidad Atención e Investigación de Socioadicciones (AIS), una institución privada que se dedica al tratamiento de trastornos vinculados con sectas, afirmó que hasta 10.000 personas de la Región tuvieron o tienen contacto con alguna secta. Según este organismo, hasta diez grupos considerados como sectas estarían operando en la comunidad murciana, entre ellas la Iglesia Universal del Reino de Dios, La Familia (que algunos vinculan a una corriente ‘reformada’ de los Niños de Dios), Cienciología, Nueva Acrópolis, La Comunidad, Dianova y la Orden Perfectibilista.

Según Arries, esta última estaría detrás de ataques a ermitas católicas, e incluso se dice que el tristemente célebre crimen de las niñas de Alcásser se produjo en la zona de influencia de este grupo.

Orden de asesinato desde Cartagena

Investigaciones policiales sacaron a la luz hace nueve años que una mujer responsable de una secta en Cartagena estuvo detrás de un intento de asesinato en Málaga. El 21 de octubre de 2008 una noticia conmocionó a la provincia andaluza. Allí se encuentra el llamado Cortijo Jurado, donde afirman que se producen fenómenos extraños y que se ha convertido en lugar de visita de muchos grupos que se dedican a la investigación paranormal. «Un individuo convenció a un amigo para que le acompañara al lugar», cuenta Arries. Su intención era asesinar a su amigo para ofrecerlo como sacrificio y víctima propiciatoria, ya que la líder de un grupo satánico le exigía un sacrificio humano para poder entrar en la congregación. Con esas intenciones, pasada la medianoche sacó un cuchillo de cocina de unos doce centímetros de hoja y trató de asesinar a su amigo. Afortunadamente, este último pudo zafarse del ataque, arrebatarle el cuchillo y huir para pedir ayuda. Una vez detenido, el hombre confesó que había contactado con la secta a través de Internet, y que para poder ser admitido le reclamaban un sacrificio humano. La policía encontró un mensaje, un SMS, en el móvil del acusado, en el que le preguntaban: «¿Cómo ha ido la invocación?». El número desde el que se había enviado el mensaje, según pudo averiguar la policía, era propiedad de una vecina de la ciudad portuaria líder de una secta, que era la inductora indirecta del fallido asesinato.

Tendencia al sectarismo

El ser humano tiene tendencia a comportarse de una manera ‘sectaria’, de ahí que podamos «ver una secta en casi cualquier ámbito». Con esta afirmación el doctor en Psicología y profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), así como experto en sectas, Pepe Rodríguez, hace un resumen del panorama actual.

Desde un punto de vista sociológico, una secta no es más que un grupo de gente apartado de un grupo mayor. «En este aspecto las sectas ni son buenas ni son malas. En un aspecto más concreto, hablaríamos de grupos que además de ser secta son problemáticos, con dinámicas de sectarismo destructivo», dice el experto. Y es que, en relación a las dinámicas de este último, hay tres aspectos a tener en cuenta: son grupos que aíslan emocional o físicamente al adepto; limitan sus derechos jurídicos a través, precisamente, del aislamiento; y son grupos manipuladores que utilizan la fragilidad de las personas atraídas por las sectas.

Estadísticamente sabemos que hay muchas en España. «No hay menos de medio millón», cifra el doctor en Psicología, que califica como «grupos peculiares» aquellos más comunes en la Región de Murcia: «la mayoría están vinculados al esoterismo o a los marcianos. Con los ovnis hay de todo, gente a la que simplemente le interesa el tema y otros patológicos que no van a ver ovnis, van a hablar con los extraterrestres», explica. Por su parte, el Ayuntamiento de Murcia, a través de Informajoven, cuenta con un servicio de asesoría psicosocial que de manera gratuita, anónima y confidencial ayuda a cualquier persona que tenga un problema de esta índole, así como otras adicciones. En el año que Pilar Gandía lleva al frente de este servicio no se ha encontrado con ningún caso, aunque «cuando la gente que ha tenido estos problemas son conscientes de lo que les ha pasado, es muy difícil que lo digan».

Si algo ha despertado el interés de las leyendas que giran en torno a las sectas son ‘las clasificaciones’ de estos grupos. Sin embargo, el psicólogo de la UAB es tajante: no hay tipos. «Cualquier clasificación es absurda. El problema de las sectas no es la etiqueta que le podamos poner al grupo, sino la interrelación que se produce entre un grupo con una dinámica muy peculiar, normalmente con un líder manipulador y, por tanto, una estructura manipuladora, y con personas frágiles».

El elemento de riesgo, añade Rodríguez, radica en el grupo que crea una relación que puede generar una dinámica de dependencia en personas concretas, con unos perfiles. «Podemos ser adictos a cualquier cosa cuando la utilizamos en exceso. Si uno es toxicómano o sectodependiente depende del perfil de la persona y de sus experiencias».

‘La ballena azul’

«Al final, todo es una secta porque los humanos tenemos una tendencia muy gregaria y cuando tenemos problemas tendemos a ser sectarios», sentencia el psicólogo. Con esta afirmación, precisamente, podrían explicarse fenómenos como el ‘juego de la ballena azul’, porque en la época que vivimos «la gente joven tiene poquísima base, poco control de las emociones. Estamos educando a las últimas dos generaciones muy inmaduras, con muchas carencias. Cualquier estupidez les puede entusiasmar. Están muy seducidos por las nuevas tecnologías que hacen pensar poco o nada y sentir, actuar. No digo que sea bueno o malo, pero es un gran riesgo si no sabemos manejarlo. Cada vez será peor porque somos de una pasta peor». En definitiva, todo podría depender de las modas. «Que se vendan como que hacen misas blancas, negras o grises depende de las modas, de lo que compremos. Por eso hay modas, sectarismo y estafas», concreta.

El caso de Patricia Aguilar

Este año, la familia de Patricia Aguilar, una joven de Elche que acababa de cumplir la mayoría de edad, denunciaba su desaparición. La familia aseguraba «tener constancia de que alguien le ha inducido a abandonar el país desde el extranjero». Los familiares creen que la joven habría sido captada por Gnosis, una secta de Latinoamérica. La propia Patricia, que entró por teléfono en El Programa de Ana Rosa, y Gnosis niegan esta historia. Sin embargo, el mismo programa tuvo acceso a una conversación de 2015 entre Patricia y Félix Steven, acusado de ser el líder de la secta, en la que se haría pasar por un ‘príncipe superior’.

Finalmente, y en relación al marco legal, Rodríguez opina que debemos mejorar las leyes porque, aunque tenemos suficiente legislación, no hay una buena aplicación. «Un exmiembro de una secta no denuncia por vergüenza, por miedo al ridículo. Ningún marco legal nos puede proteger entonces de que, siendo mayores de edad, demos nuestro dinero a cambio ‘del paraíso’», apunta. Y así es, pues pertenecer a una secta no es delito: lo que podría ser delito es la actividad que se desarrolle en la misma.

Peligro. El fenómeno de la Ballena Azul, también en la Región

El fenómeno del ‘juego de la ballena azul’, que consiste en proponer pruebas de todo tipo -incluso se puede llegar al suicidio- a los jóvenes de todo el mundo también pasó por la Región. Fue allá por el mes de mayo cuando la Policía Nacional trataba de esclarecer si el siniestro juego estaba detrás del incidente de dos menores de unos 12 años que intentaron quitarse la vida en Molina de Segura. Se descartó. El mismo mes, la Guardia Civil investigó el caso de dos niñas, de 13 años, de Lorquí, que se lesionaron. Una acompañante de las niñas fue la que dio la voz de alarma: telefoneó al 112 y dijo que sus amigas se estaban haciendo cortes en los brazos por este juego.