El laboratorio regional de Salud Pública, dependiente de la Consejería de Salud, ha examinado en el último año más de 7.000 muestras, de las que ha desarrollado más de 30.000 determinaciones de aguas, alimentos, residuos de medicamentos y agentes causantes de toxiinfecciones alimentarias, entre otras.

Las determinaciones analíticas se realizan con el fin de establecer el grado de adulteración, control de calidad y cuantificación de algunos componentes de los alimentos, aguas o compuestos que se examinan, según informaron fuentes del Gobierno regional en un comunicado. Se ubica en las dependencias de la Consejería de Salud y entre sus principales funciones se encuentra la prevención y control en materia de salud pública. En él se llevan a cabo los análisis químicos y microbiológicos de aguas, alimentos y bebidas.