Agosto suele ser el mes del abandono animal por excelencia. Las familias se marchan de vacaciones y algunas, las más insensibles, por no llevarse a la mascota, no tienen escrúpulos de ponerlas de patitas en la calle, según confirman desde la Federación de Asociaciones de Defensa Animal de la Región de Murcia (DARMUR).

Uno de los principales problemas con los que se encuentran las protectoras en estos casos es que la mayoría de estos animales no abandonados no llevan la identificación pertinente, el microchip que funciona como DNI de los mismos. Así, según afirma la vocal de DARMUR, María Ángeles López, «los dueños no pueden ser sancionados, por dejar a su suerte a las mascotas. Las multas en la Región de Murcia por abandono animal oscilan entre los 1.500 y 3.000 euros, «también conlleva la responsabilidad civil de esa persona porque el perro puede provocar un accidente».

Y es que, según DARMUR, más de la mitad de los perros y gatos abandonados en la Región no llevan su correspondiente chip. Sólo en el municipio de Murcia, con aproximadamente 500.000 habitantes, se abandonan al año un total de 1.500 perros y hasta 700 gatos, unas cifras que se incrementan en el mes de agosto y que hacen de la ciudad «el foco con mayor número de abandonos de la Región», informa la federación animalista.

«Los animales abandonados que más solemos encontrarnos suelen ser perros de razas grandes, por ejemplo, el pastor alemán o el labrador», apunta López. Sin embargo, si existe un «perro de moda» son los conocidos como PPP (Perro Potencialmente Peligroso). «Hay ocho razas de estos animales en la Región», señala, «y necesitan una licencia de responsabilidad civil que, de no tenerla, puede acarrear multas de hasta 3.000 euros». Según comentan en DARMUR, «los llevan sueltos, sin bozales y en muchas ocasiones con las orejas cortadas para que sean más fieros. Esto está totalmente prohibido», avisan.

Sin embargo, los perros y gatos no son las únicas mascotas que se abandonan. Desde hurones, también considerados como animales domésticos, hasta la tortuga común de agua, que «se puso de moda en los años 90 con su compra compulsiva, por su tamaño reducido y su fácil cuidado. El problema es su larga esperanza de vida», informa la vocal de la federación DARMUR.

El perfil observado de los dueños que abandonan mascotas «suele ser de personas de entre 30 y 50 años, es decir, padres y madres de familia que no pueden tener a los animales, ya sea por desinterés o por alergias de perros adultos con niños», exponen.

Los municipios de la Región con mayor índice de abandono son Abarán, Blanca y, con gran diferencia, Lorca. «Es necesario concienciar y formar a los ciudadanos, sobre todo desde los colegios, sobre la protección animal», concluye López.