Algunas veces, el empeño de los bañistas temerarios es tal que los socorristas, a los que no hacen caso, tienen que recurrir a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Pasó la semana pasada, sin ir más lejos. Agentes de la Policía Local de San Javier se vieron obligados a desplazarse hasta la playa El Pedrucho, en La Manga, porque había un hombre que se negaba a salir del agua, pese a que estaba la bandera roja ondeando. Cuando vio a la Policía, el hombre ya salió del mar y alegó que es que no había escuchado el silbato de los socorroristas y por eso no había hecho caso. Esta vez, los agentes optaron por creer en su palabra y no hubo multa: sólo amonestación verbal.

Pero los bañistas sí se enfrentan a distintas sanciones. La decisión de sancionar o no con multas a los bañistas negligentes corre a cargo de cada Ayuntamiento: no existen ni unos parámetros mínimos ni un marco global. Por ejemplo, en Lorca y Cartagena, sumergirse en el mar cuando ondea la bandera roja puede ser sancionado con multas de entre 751 y 1.500 euros.

Más mano dura aplican en La Unión: quien se siga bañando cuando se prohíba podría llegar a pagar una sanción de entre 601 y 3.000 euros. También en San Javier y Mazarrón: el baño con bandera roja supone una multa de entre 1.501 y 3.000 euros.

El pasado jueves, día del temporal, agentes de la Policía Local de Cartagena procedieron a formular denuncia a dos bañistas que se metieron con bandera roja, indicaron fuentes municipales .

El primer aviso, en la playa del Galúa, en La Manga. El segundo, en la playa del Zeus, también en La Manga. Los dos bañistas eran extranjeros.