Los investigadores que han sistematizado el yacimiento paleontológico del Puerto de la Cadena, donde han podido constatar que la fauna africana que habitaba este espacio hace 5 millones de años estaba formada por jirafas, antílopes, rinocerontes o cocodrilos, que pasaron a Europa gracias al movimiento tectónico que conectó ambos continentes.

Los expertos, pertenecientes al Museo Nacional de Ciencias naturales (MNCN-CSIC) y los Institutos Catalanes de Paleontología Humana y Evolución Social y de Paleontología Miquel Crusafont, entre otras instituciones, han podido dibujar la foto fija de la fauna que habitaba esa zona de la Península Ibérica hace 4,9 millones de años, confirmando que la temperatura era mayor que la actual.

Roedores, tortugas, monos, jirafas, antílopes, caballos, rinocerontes, cocodrilos y mastodontes son los fósiles hallados en este yacimiento murciano, que destacan por el buen estado en el que se encuentran, lo que ha permitido hacer un estudio pormenorizado.

En un comunicado, el investigador del MNCN Jan van der Made ha señalado que los restos están depositados sobre una discordancia geológica provocada por la crisis del Messiniense, y que la reanudación de la sedimentación marcó el comienzo del Plioceno.

"Este hecho nos ha permitido datar de manera muy fiable el material e inferir que los animales africanos, que se trasladaron a Europa mientras el Mediterráneo permaneció seco, vivieron en esta zona al menos hasta hace 4,9 millones de años", ha explicado van der Made.

Entre los hallazgos destacan varias gacelas, el registro más antiguo de un sivaterio (antecesores de las actuales jirafas) o el más moderno de un cocodrilo, que demuestra que la temperatura era más alta que la actual porque los huevos de estos grandes reptiles solo maduran en un clima más cálido, ha aclarado el Jorge Morales, investigador del MNCN.

La crisis del Messiniense es un evento geológico y paleoclimático que duró unos 600.000 años, lo que provocó el cierre de la conexión entre el mar Mediterráneo y el océano Atlantico a causa de procesos tectónicos.

Por ello, el mar Mediterráneo quedó reducido a una serie de lagunas de aguas salobres ya que la evaporación era mayor que las aportaciones de agua de las lluvias y ríos que desembocaban en este mar.

El nivel del agua bajó facilitando el intercambio de fauna entre los continentes africano y europeo. El final de este periodo se produjo cuando la una nueva conexión se formó en el lugar del actual estrecho de Gibraltar, lo que marca el inicio del Pleistoceno.