La puesta en marcha del ciclotrón en el Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia ha permitido que la Región de Murcia pueda fabricar en esta estructura los radiofármacos que necesitan cada año cerca de 8.000 pacientes murcianos. De esta forma, Murcia deja de importarlos de centros de Madrid, Zaragoza o Sevilla y se convierte así en suministradora, ya que los radiofármacos que se producen en el centro sanitario de El Palmar salen hacia otras autonomías para cubrir las necesidades que existen en la Comunidad Valenciana o Aragón. Así lo expusieron ayer los responsables de esta infraestructura, Tomás Chivato, director de planta, y José Antonio Sánchez, director comercial de la empresa Triple A, durante la visita que realizó a las instalaciones el consejero de Salud, Manuel Villegas.

El ciclotrón es un acelerador de partículas de trayectoria circular que se utiliza para bombardear núcleos de determinados átomos, con el fin de obtener artificialmente isótopos radiactivos de uso médico. Estos radiofármacos se utilizan posteriormente en las pruebas de PET-TAC que se hacen tanto en la Arrixaca como en el Hospital Santa Lucía de Cartagena y gracias a los cuales se puede detectar la aparición temprana de una enfermedad antes de que sea evidente con otros exámenes por imagen.

La Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) ha validado al ciclotrón de la Arrixaca para sintetizar un único radiofármaco, en este caso se trata del 18FDG (análogo de la glucosa), más conocido como Flúor 18, que permite, una vez inyectado al paciente, detectar la existencia o no de tumores, su localización y extensión. No obstante, el consejero anunció que ya se ha pedido autorización para nuevos radiofármacos y que es probable que se incorporen algunos para la detección de alzheimer y de tumores del sistema neuroendocrino.

Evita suspender pruebas

Otra de las ventajas que tiene contar con un ciclotrón en el Hospital Virgen de la Arrixaca (sólo disponen de él la Clínica Universitaria de Navarra y los hospitales públicos Marqués de Valdecilla de Santander, Infanta Cristina de Badajoz y el Clínico de Santiago de Compostela) es que se evita tener que suspender pruebas, ya que la vida útil de los radiofármacos es muy corta, sólo de horas, y cuando se producía algún problema en el transporte al traerlos de fuera había que anular citas con los pacientes, una ventaja que destacó el doctor Francisco Nicolás, jefe de sección de Medicina Nuclear de la Arrixaca.

Villegas también subrayó que la fabricación de los radiofármacos y el nuevo PET-TAC de La Arrixaca, que entró en funcionamiento el pasado 24 de abril, «ha mejorado la capacidad de diagnóstico y tratamiento», al tiempo que ha permitido reducir el coste un 25 por ciento, lo que supone un ahorro de 500.000 euros al año. La empresa suiza Triple A, que hizo la obra y se encargó de la inversión, explotará el ciclotrón durante 15 años, tiempo tras el cual pasará a ser del Servicio Murciano de Salud.