La situación de sequía que se vive en la cuenca del Segura ha obligado en el último año a reducir los desembalses y hacer ajustes para tratar de mantener las reservas. El presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Miguel Ángel Ródenas, ha dicho que este año se han desembalsado 100 hectómetros cúbicos (hm3) menos de agua que en el año anterior, cuando se alcanzó un volumen de 470 hm3. Esa falta se ha suplido en parte con la apertura de pozos de sequía para dotar agua para riego. Aun así la situación sigue siendo muy crítica y los pantanos están al 23% de su capacidad, lo que no garantiza que haya suficiente para los cultivos el próximo año hidrológico.

Ródenas valoró que «es un volumen de reservas muy ajustado y es el más bajo de todas las cuencas españolas». «Esperamos terminar la campaña, pero no sabemos qué va a pasar al año que viene. Dependemos de que llueva. Si es un año generoso tendremos agua, sino habrá que establecer medidas». «Esperemos que la sequía termine este año, si no lo vamos a pasar muy mal», vaticinó.

Ródenas realizó estas declaraciones durante una visita al antiguo cauce del río Segura, donde se está reparando la pantalla que sirve para retener los residuos sólidos e impedir que acaben en el mar, y a la que acudió también el subdelegado del Gobierno en la provincia de Alicante, José Miguel Saval. Ródenas dijo que si se ha conseguido reducir los desembalses en el último año para ahorrar agua ha sido por las medidas que ha ido tomando la Administración y por el esfuerzo de los regantes. El presidente del organismo de cuenca consideró que en situaciones como la actual hay que implementar medidas para potenciar la eficiencia en el uso de recursos. «A veces nos volvemos muy señoritos y no queremos regar a las dos de la mañana. Bueno pues si te toca el turno, riega, porque en este momento se necesita ser muy eficientes con los recursos», aconsejó.